viernes, 15 de febrero de 2013

13 de febrero de 2013, RIO GUADALIX

Textos de Salva y fotos de José Luis H.


Sol y nubes. La nevada sierra del Guadarrama se presenta como blanco telón de fondo para las hazañas de diez esforzados montañeros. Solo faltan Rodrigo (secuestrado en Panamá), Aurelio (dale que te dale al esquí) y Paco (seguramente ha ido a Burguillo del Arzobispo a hacerse cargo de las tareas propias de su cargo de Prefecto de Disciplina de…) 

El Polígono Industrial el Raso se ofrece ante nuestros ojos dispuesto a darnos lo mejor de sí mismo y de los hermosos parajes que lo rodean. El ayuntamiento de San Agustín de Guadalix pretende nombrarnos Hijos Predilectos, pero nosotros, gente modesta y sumamente discreta, huimos del compromiso.

Iniciamos la caminata pasadas las 10.30 am y seguimos el cauce del río que da nombre al pueblo como los auténticos exploradores que somos. El itinerario no es exigente: buena senda, pendientes suaves y excelente compañía. Muy pronto, contemplamos alborozados dos hermosas cascadas gemelas por las que el agua se precipita siguiendo su incansable búsqueda del mar. Seguimos caminando. De pronto – y esto es muy preocupante por lo que luego veremos – Ignacio nos obliga a dejar el camino para descender por unas escaleras empinadas y resbalosas semejantes en todo a las que conducen a los Infiernos, como bien sabemos algunos de los del grupo. ¿Y para qué? Según él para contemplar entre emocionados y perplejos una de las muchas obras que el Canal de Isabel II levantó por estos lares. 

Hay quien dice que se trata de una presa construida con hermosos bloques de granito que otrora tuvo gran importancia, pero… Aprovechamos para “piscolabear” con algún retraso (son las 12.40) sobre la hora prevista. El vino que nos ofrece Antonio nos abre los ojos, comprobamos que la cosa no está clara y huimos monte arriba por las mismas escaleras por las que minutos antes habíamos estado a punto de desgraciarnos.

 Por increíble que parezca hace calor. Los forros polares y los anoraks pasan a nuestras mochilas. Marchamos a paso vivo, felices y contentos de estar en este lugar tan hermoso y solo se nos escapa alguna lagrimilla cuando pensamos en los Ausentes.
Vamos dando cuenta de nuestra ruta. Hablamos de nuestra próxima salida a Alicante y nos distribuimos en los coches de quienes, con sin igual generosidad, los ofrecen a sus compañeros. Avizoramos La Atalaya, desmesurada cumbre torre incluida que nos abruma con su altiva majestuosidad. Comemos sentados en un Vértice de Triangulación Geodésica disfrutando de la buena temperatura y de un sol que, aunque invernal, acaricia nuestras ásperas epidermis con manos de doncella calentorra.

Ahora es todo o casi todo cuesta abajo. Cuando nos creemos victoriosos, Ignacio -¡de nuevo Ignacio!- nos lleva por senderos escabrosos y nos empuja a atravesar selvas erizadas de pinchos afilados como estiletes de asesino a sueldo. ¿A qué se debe esta contumacia en apartarnos de las cómodas veredas y llevarnos por senderos de perdición? ¿Nos odia tal vez? ¿Algunos bandoleros amigos suyos nos estaban esperando escondidos en la espesura pero no se atrevieron finalmente a gritar el “¡Arriba las manos!”? No podemos dar una respuesta coherente a tan delicado enigma aunque prometemos una investigación a fondo del problema.


Por fin llegamos a los coches. Salva, dispuesto a todo, se saca una carpeta gigantesca del bolsillo y nombra a Braulio Embajador Plenipotenciario en la República de Alacant y a José Luis H Gerente y Tesorero de la Santa Compaña.

Rafa queda encargado de proponer una salida para la próxima semana y nos despedimos con el cariño de siempre.


Desnivel: 380 m. Kilómetros: 17. Tiempo de Marcha efectiva: 4 h y 30´


4 comentarios:

  1. Siento mucho no haberme podido unir al grupo en este paseo. Me sirve mi ausencia para comprobar que pocos comentarios se pueden hacer desde fuera; en todo caso, preguntas para colmar lagunas y satisfacer curiosidades. Por ejemplo:

    - ¿Cómo llega al conocimiento del organizador la existencia de rutas tan guardadas como esta del río Guadalix y de obras de ingeniería tan olvidadas como el azud de Mestos? ¿Fruto de sesudos estudios o de horas de deambular sin rumbo por la geografía madrileña? ¿Ambas cosas?

    - ¿Por qué algunos mierconistas que, en su conjunto el cronista dice tratarse de "gente modesta y sumamente discreta" huyen ante una propuesta de nombramiento de hijos predilectos de un pueblo y, sin embargo, aceptan alborozados otras investiduras como las de "embajador plenipotenciario" o "gerente y tesorero"?

    - ¿Quienes, de entre los mierconistas, ha descendido anteriormente a los infiernos? ¿Pueden dar razón de su estancia?

    - ¿Qué vino es ese que Antonio reserva solamente para mis ausencias? La posible respuesta reviste especial interés por provenir del tan reconocido "gourmet"

    - ¿La tal Atalaya es una cumbre propiamente dicha o se trata de una licencia poética? La he buscado sin éxito en los mapas de la zona.

    Paco

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    1. Gonzalo aclara la duda sobre la Atalaya con esta respuesta enviada por correo:

      Respondo a la que me toca: La Atalaya es una Atalaya, concretamente la de El Molar, y se halla en un promontorio a 879 m, acompañado de una mira geodésica. Es la primera altura que se encuentra saliendo de Madrid en dirección Norte.

      También incluye información detallada extraida de este sitio: http://www.geocaching.com

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  2. Por alusión al trago de vino, quiero aclarar que el brebaje que introduje en la bota correspondia a la denominación de "vino de piel de cebolla", exquisito nectar que en un descuido mio me proporciono nuestro buen amigo Aurelio, amigo a su vez de el dueño de Bodegas Muriel.

    Sugiero entre los mierconistas una votación de la cata realizada. ( Marcar con x la opinión )

    O Exquisito ( no te lo crees ni tú )
    O Afrutado (sabor a fruta de la Pasión )
    O Aromático ( te deja olor a entrepierna en las fosas nasales )
    O Rasposo ( sólo cuando lo bebes )
    O No te lo vas a creer...

    Por favor, sed ecuánimes.

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  3. Paco, yo había contestado pero no se por qué rayos la respuesta no aparece, así que la vuelvo a redactar de nuevo.

    Respecto a la encuesta de Antonio, no puedo contestar porque falta una opción: O Escaso

    Y ahora voy contigo. El blog no es el sitio adecuado para resolver las dudas. Éstas se resuelven sobre el terreno viniendo a las excursiones y no viéndolas venir calentito en casa. De todas formas, te informo que la aparición de estas ignotas rutas proviene del extenso conocimiento atesorado por los primeros mierconistas (antes de que supieran que se iban a llamar así), en una extraña confluencia con los ancestros de los camarrupas antes de la aparición de la imprenta y cuyo testimonio se ha ido transmitiendo de padres a hijos y espíritus santos por vía bocal.

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