lunes, 1 de julio de 2013

21 de mayo de 2013, PICO ZAPATERO

La excursión al Pico Zapatero no había encontrado su cronista hasta que Antonio, ruegos de por medio aunque no muchos, ha dado a las imprentas este estupendo relato con su correspondiente material gráfico. En el siguiente párrafo entre paréntesis a modo de prólogo, el autor parece que no desea ser identificado, prueba de su modestia. Corrijo lo de propietario y lo de la de la autorización debida: este blog es propiedad común de todos los mierconistas y, por eso, no es necesaria una autoridad, estando a cargo del que suscribe solamente su edición material.


(Dado que el propietario y autor del blog “MIERCONISTAS” no pudo asistir a la excursión, esta crónica ha sido escrita a partir del diario personal de uno de los mierconistas, con su debida autorización).

Hoy he realizado la excursión de los miércoles con mi grupo de mierconistas. Ha sido un grupo reducido, de seis componentes, Gonzalo, Rafa, Juan Ignacio, Braulio, Aurelio y yo, y debo decir que me pensé mucho el asistir, porque soy contrario a toda excursión en la que haya que hacer más de 280 Kms. entre ida y vuelta para subir una cuesta. Me ha inclinado a ello el que había faltado a las dos últimas citas y no quería dejar pasar el mes de Mayo en blanco.

No recuerdo el nombre del pueblo en cuyas eras aparcamos, pero sí me acuerdo que al bajar del coche nos recibió un fuerte viento que me animó a coger el forro polar, apretar las muelas y mirar con odio el sospechoso cuestarrón que me esperaba.

Entre las dos opciones de subida que se barajaron, una siguiendo el curso de un arroyo por el fondo de un barranco (mucho más bonita, según Braulio) y la otra por una pista forestal (más larga, más suave y mucho más aburrida, según Braulio) se decidieron (yo, no), por la primera, claro, la difícil, porque somos muy machos.


Y venga, a subir (100 m.), y a subir (200 m.), y a subir (300 m.) y a subir (400 m.) y a subir (500 m.) y a…. Alrededor de los 600 m., la rala vegetación que habíamos disfrutado (¿!) tornose en verde pradera, pero ¡eso sí!, tan pendiente como el muro del Tuiter. Rafa, Ignacio y Aurelio trotaban por allí como alegres cabritillos, mientras que el resto nos afanábamos en agarrarnos con los dientes a la jugosa hierba. Miré por el rabillo del ojo y observé que Braulio también se resentía de su excursión.


¡Albricias¡  Hemos llegado a la cuerda, ¡y ya que nos habría venido bien haber tenido alguna a mano para atarnos a las peñas!, pues el ventarrón  que soplaba estaba empeñado en devolvernos al fondo del valle, como si de un Juego de la Oca se tratase. Pero bueno, eso no importaba. Al fondo, como un cucurucho invertido de rocas, nos observaba (yo creo que burlón), el amigo Zapatero.

Desde luego, lo primero que pensé es que hasta allí había llegado y empecé a buscar un sitio protegido del viento y las manchas de nieve para esperar al trío expedicionario que trataría de “ hacer cumbre “. Gonzalo y Braulio también se quedaron conmigo.

Aprovechamos para comer tranquilamente y antes de lo que pensábamos volvieron nuestros colegas: no consiguieron pasar de un tercio del promontorio, dado el mal estado de las rocas, húmedas y resbaladizas, y con muy buen criterio pensaron que sería mejor volver en otra ocasión en que el tiempo acompañase. (Eso, eso, que les acompañe el tiempo…)

Al fondo, el invencible Zapatero

La bajada por la pista se me hizo larga. Tuvo un aliciente en forma de mojones esculturizados . (Mojón esculturizado: Dícese del mojón montañero cutre que pretende ser una instalación del Salón de Otoño). 


Como no hay mal que cien años dure, a eso de las cuatro y media llegamos a los coches y escuchamos el veredicto:
                                          Distancia:  13,9 Kms.
                                          Desnivel:   746 ms. ¡casi ná!
Ya de vuelta hicimos una parada para tomarnos una cerveza en una terraza que se asomaba al pantano del Burguillo y en la que se estaba estupendamente.

He pensado que en la próxima voy a prescindir de los prolegómenos y me voy directamente a la terraza…