lunes, 31 de octubre de 2022

26 de octubre de 2022, HAYEDO DE LA PEDROSA

Dice José Luis H., cronista hoy: "Redescubriendo el Hayedo de la Pedrosa, es decir, disfrutando de este paraje maravilloso de la naturaleza a través de una ruta alternativa a las conocidas hasta la fecha por los mierconistas". Ignacio, por su parte, apostilla en el envío de los mapas: "La ruta de ayer... una de las más bonitas, disfrutadas y alabadas por parte de los escasos pioneros que ayer nos reunimos..." El gacetillero titular y el resto de ausentes se alegran mucho por el éxito de la jornada, aunque quedaran con la miel en los labios.


Con la enfermería repleta, nos citamos en la gasolinera habitual en el km. 49 de la A-1 solo cinco mierconistas dispuestos a la aventura: Gonzalo, Ignacio, Braulio, Joaquín y el convocante y cronista ocasional. Desde allí nos desplazamos a los alrededores del embalse de Riofrío de Riaza en donde aparcamos en el km. 7 de la SG 112. Esta localización del aparcamiento acorta en 2 kilómetros la longitud prevista del paseo, lo que, junto con otra serie de factores, permite que el grupo en su totalidad haga la ruta completa.

10:57 Km. 7 de la SG 112

Climatológicamente, el día es inmejorable para caminar. Como siempre en estas fechas las previsiones del tiempo son muy cambiantes y en las vísperas anunciaban nubes e incluso algo de lluvia. Pues nada de eso. 

A las 11 de la mañana iniciamos la andadura recorriendo un pequeño tramo de carretera hasta alcanzar la pista de tierra que surge inmediatamente a la derecha. Durante un buen trecho el camino es idéntico al recorrido en noviembre de 2019 según queda bien reflejado en la crónica de aquella jornada. Esto es, caminamos en paralelo y muy cerca del cauce del Río Riaza.

11:22 En el camino junto al río Riaza

Pronto empezamos a disfrutar del Hayedo, de buenos ejemplares de Hayas, algunas centenarias y otras jóvenes, y del entorno en general. Además de las Hayas con sus formas caprichosas, retorcidas y llenas de musgo, se pueden ver otras especies arbóreas como robles y todo tipo de arbustos. Otro aspecto que añade belleza y atractivo en esta época es ver el suelo alfombrado de hojas verdes, amarillas, de color ocre… Es esta una ruta para disfrutar de las imágenes más que de contar.

Poco antes de las 12 del mediodía.

A diferencia de la marcha de 2019 en la que pronto cruzamos el río a la altura del paraje llamado La Cabaña y seguimos por el interior subiendo hasta el Puerto de La Quesera, en esta ocasión continuamos el camino siguiendo el curso del Río Riaza. Paisaje más húmedo, con una belleza especial, con ejemplares de Haya majestuosos que te pueden llegar a emocionar. A la hora acostumbrada hacemos la parada de rigor para reponer fuerzas siempre rodeados de magníficas especies de Hayas.


Continuamos camino ahora ya subiendo decididamente hacia la carretera con un camino ciertamente bueno y una pendiente asumible para todos. No tenemos prisa y disfrutamos del bosque entre ejemplares singulares. Más o menos a la altura del paraje El Colladito, hacemos una parada para reposar antes de abordar el último tramo. 

13:07 Un breve descanso.

De nuevo en la pista y poco más o menos a las 13:30 alcanzamos la carretera en la zona de la curva donde está situado el indicador oficial “Hayedo de la Pedrosa” entre los kms. 11 y 12 de la SG-112.




Nos encontramos aquello más animado que nunca tomado por un equipo de personas, actores y técnicos que están rodando lo que al parecer es un anuncio publicitario. Planteamos la posibilidad de figurar, pero una amable señora nos informa que solo admiten mujeres. Que le vamos a hacer, nos decidimos por comer. Hambre no falta, aunque es algo más temprano que de costumbre.

14:00 Como se puede ver, el lugar elegido para el almuerzo no es excesivamente cómodo y atractivo, pero hace honor al nombre “de la Pedrosa”. Piedras no faltan.











Comemos bien y a gusto que es lo importante y, tras someter a consenso la propuesta de Marc, (hoy ausente) para la próxima semana, se acepta por unanimidad y emprendemos el camino de regreso a eso de la dos de la tarde dejando atrás al equipo de rodaje que amablemente nos ofrecían las viandas sobrantes de su catering.

14:05 Elementos del rodaje de un anuncio

El regreso no tiene grandes cosas que contar pero mucho que ver. Todo el camino lo hacemos por la carretera que, eso sí, nos permite disfrutar de las vistas del Valle del río Riaza y el embalse de Riofrío. A lo largo del tramo de carretera también se pueden apreciar muy de cerca diversos ejemplares de Hayas en lo que parecen ser una especie de lenguas del propio bosque.

Terminamos la jornada con un pequeño refrigerio en un Bar de la Plaza Mayor de Riaza. Refrigerio solo de bebida porque se sólido solamente nos ofrecían cochinillo asado. Decidimos dejarlo para mejor ocasión.

8,9 km. y 322 m. de desnivel acumulado

Es posible que en este día los colores y los tonos otoñales no sean perfectos. Eso es complicado de conseguir. Sin embargo, hemos disfrutado enormemente de este paraje que casi se podría considerar de nuestra propiedad por lo trabajado que lo tenemos.

lunes, 24 de octubre de 2022

19 de octubre de 2022, MONTE DEL PILAR

Hoy se trata de reunirse, de contar con la oportunidad de verse las caras sin fatiga añadida aunque se tenga que prescindir del heroísmo y de la épica. Y de hacer un bordemanteles como Dios manda, que ya va siendo hora. Braulio se ha encargado de todo. De todo, menos de la recopilación de los datos necesarios para rellenar la página del cuaderno. Pero el cronista, que tuvo que ausentarse bien a su pesar, ha recogido unas migajas del banquete y aquí las reúne para que quede constancia. El resumen, que todo bien. En palabras de Ignacio, que tituló "La ruta de los ochomiles": Ochomil pasos más o menos por un recorrido de lujo por el que Braulio nos pastoreó. No era el Himalaya pero lo disfrutamos como si lo seriese.


Ideas para un plan aux champs, d'après Braulio

Características: Paseo-excursión apto para todos los componentes del grupo, en Majadahonda, para que nos acompañen Aurelio y Rodrigo y a mesamantel con buenos platos para degustar.

Resumen : Punto de reunión a las 9:30 en el famoso lugar por sus cruasanes y dulces argentinos, situado en el Monte del Pilar de Majadahonda, al lado de la farmacia. Se puede aparcar en la calle sin dificultades pero también está el parking... Tenemos que salir puntualmente a las 10:00, sin demora, pues a las 10:15 tenemos que encontrarnos con Aurelio en el mirador que hay frente a la casa abandonada. 

El primer recorrido acabará a las 12:00 y allí se despedirá Aurelio, cerca de su casa, porque no dispone de más tiempo para estar con nosotros. Esta primera ruta transcurre evitando carreteras. En al menos tres puntos, si alguien tuviera necesidad de regresar a los coches podría hacerlo por un camino más corto de vuelta.

El segundo itinerario, después de las 12, transcurre al principio por un sendero estrecho y tranquilo hasta cruzar otro mayor- por el que se va al Corte Inglés-y alcanzar un puentecillo que nos pasa al margen derecho del arroyo. Por este camino seguiremos hasta llegar a una amplia zona donde encontramos cuatro sendas...

Ahora ya, todos reunidos, nos desplazaremos hacia el restaurante. He elegido un buen restaurante que tiene un menú con cuatro primeros y cuatro segundos y postres. Alguno de los postres, por su especial elaboración, debe ser pedido antes de empezar la comida. El vino que está incluido en el precio es muy recomendable.

Espero veros a todos y que disfrutemos mucho.Veo que el tiempo también nos acompaña.

Abordemanteles, alrededor de los retratos del maestro Ignacio.

Los asistentes

Antonio, Aurelio, Braulio, Gonzalo, Ignacio, Joaquín, José Luis, José María, Marc, Pedro, Rafa, Rodrigo, Salva. Este cronista tuvo un suceso catarral que le sujetó en casa y Paco A. vivió la jornada desde sus tierras alicantinas.

El recorrido:

11,8 km. tortuosos y 94 m. de desnivel positivo.

Concluye Braulio: Tendríamos que haber dado algunos saltitos para alcanzar los100 m. de cota. Al menos hemos pasado de 10 km. Un paseo agradable.

Y remata Ignacio: Ha sido un día excelente. Y visto el itinerario, "como pa habernos perdío".

lunes, 10 de octubre de 2022

5 de octubre de 2022, VALDEMAQUEDA

Hizo bien Rafa en descartar un "siete picos", excesivo para estos momentos de rodaje, y sustituirlo por una vuelta larga y relativamente llana por esos preciosos pinares ondulados que se extienden a ambos lados del río Cofio entre Valdemaqueda y Robledo de Chavela. Pero salió un día de veranillo de San Miguel, muy caliente en el centro del día, y hubo que trajinarse el paseo algo más de lo previsto. Especialmente este cronista, demasiado sensible no sabe por qué a las altas temperaturas, anduvo como buenamente pudo la segunda parte del camino... pero "andó" y trata aquí de resumir lo que recuerda de la jornada.

A las 10:15 de la mañana, la buena temperatura en la terraza de un bar en el centro mismo de Valdemaqueda invita a prolongar el rito de los cafés. Hoy somos ocho: Antonio, Braulio, Gonzalo, Ignacio, José Luis, José María, Rafa y el que suscribe.

10:33 En la terraza del bar de Valdemaqueda.

El punto de partida está a poca distancia del pueblo, en el arranque de una buena pista que apunta hacia el sur. Hay sitio allí para dejar nuestra pequeña flota de vehículos sin interrumpir el paso de otros. Aún es liviano y fresco el aire de la mañana, como invitando a ponerse en marcha sin pérdida de tiempo.

11:04 Al poco de empezar el paseo.

Durante toda esta primera parte de la jornada, el camino ondula -como el pinar- en pequeñas subidas y bajadas. En el horizonte, el perfil, borroso por la calima, de la Almenara y otras cumbres modestas, de mil metros y pico, rocosas, quizá duras de ascender. Terreno seco, de jaras sin flor, de piñas abiertas en el suelo. El grupo se fragmenta y este cronista hace piña -de otra clase- con Antonio.


En la parada del piscolabis no hay más obligación que la de la hora. Ni por el ritmo de la marcha, poco exigente, ni por las suaves pendientes se necesitaba reponer fuerzas, pero nuestras rutinas están bien establecidas y siempre hay cabida para el plátano y las canicas de queso de Ignacio. 

12:25 Terminado el tentempié, hora de seguir

Más de dos horas desde el inicio del paseo y apenas se ha recorrido una tercera parte de la ruta. Hay todavía un largo trecho, en suave descenso, hacia la hondonada del río Cofio. Se puede disfrutar del pinar inmenso, del silencio. Basta con atender de vez en cuando al terreno para evitar el traspié en el hondo surco del agua o el resbalón en las piedras sueltas.

13:32 En el último tramo de descenso, pasado el risco del Gelechal

Hay un nervio piriforme que ya ha dado la lata a más de uno en este grupo. Ahora le da por ensañarse con uno de nosotros en particular y, todavía a mitad de camino más o menos, buscamos una salida que evite el largo trecho ascendente de vuelta. Así que, precedidos por Ignacio, que prolonga algo más la exploración, tres de nosotros bajamos hasta el Río Cofio para tratar de encontrar un acceso a las pistas que acaban en la carretera de Cebreros. No tenemos éxito y volvemos a unirnos al grupo que ha aprovechado este rato para el almuerzo. 

14:30 Verde ribera del Río Cofio

Ese descanso y la aplicación de remedios de botiquín de campaña han sentado bien al doliente, que continúa la marcha sin apenas resentirse. Los del reconocimiento del terreno comemos con calma nuestros bocadillos antes de seguir a los demás, que se adelantan.

15:30 En la sobremesa de la comida del segundo grupo

Tras los pasos de los cinco que nos preceden, con calor y a buena marcha, emprendemos el regreso siguiendo el curso del arroyo de la Hoz. Siempre por pista, entre encinas y pinos, -algún ejemplar de imponente talla- los de la sombra humana y redonda que decía el escritor, hoy insuficiente para aliviar el bochorno de la tarde.


El cronista va más despacio que sus dos amigos; se detiene con frecuencia para admirar el bosque y hacer fotografías con la cámara y la retina aunque la inspiración no le acompañe. Tampoco le acompañan las fuerzas y se sienta un largo rato sobre un tronco caído allí donde le parece que corre algo de brisa, en una de las últimas curvas de la pista, a unos cientos de metros de la carretera. 

16:52 Donde el tronco caído, reponiendo fuerzas y admirando el contraluz.

Ya en la carretera, el cronista exhausto ni siquiera tiene que caminar por el asfalto los últimos metros. Gonzalo se ha acercado hasta allí con su coche y le lleva hasta donde se quedaron los demás esta mañana. El cronista agradece mucho su solicitud. 

Cerca de 15 km. de distancia y de 400 m. de desnivel

El cronista necesitaba un refresco, así que se une sin dudarlo a los que proponen una parada en  la terraza del bar ya conocido de Robledo de Chavela. Allí sentado, a la caída de la tarde, el vaso bien frío entre las manos, el cronista olvida la afrenta de su termostato corporal y muestra su reconocimiento al organizador del paseo, buena aproximación a los preciosos paisajes de la cuenca del río Cofio, donde volveremos ahora que ya conocemos algo más de sus vericuetos.

lunes, 3 de octubre de 2022

28 de septiembre de 2022, ALTO JARAMA - TRAVESÍA

Recorrido por el Alto Jarama, con El Cardoso, La Hiruela y unos molinos como hitos principales. Esa es la excursión que Gonzalo nos propuso y en la que aceptamos participar ocho de los posibles: Antonio, Braulio, Ignacio, Gonzalo, José Luis, Marc, Rafa y el cronista. 


Aquí, en la sierra norte, el tiempo está fresco, más de lo que algunos pensábamos y hay que sacar de la mochila cortavientos o chalecos. Cielo uniformemente nublado y un ambiente que poco recuerda el verano tórrido que acabamos de dejar atrás. Hemos venido hasta El Cardoso desde la gasolinera de Venturada y sus cafés dando muchas vueltas, algunas más de las obligadas, pero aquí estamos. Se han dejado coches al lado del Hayedo de Montejo, donde pensamos acabar nuestro paseo. 

10:28 En El Cardoso comienza el paseo de hoy.

El pueblo está desierto y silencioso, excepto por un gran tractor con pala que maniobra cerca de donde hemos aparcado. El pueblo está bien vestido: calles limpias y casas arregladas. El cronista se queda con ganas de recorrer el pueblo y ver más despacio quién hay y disfrutar del aseo y del silencio. Cerca de donde estamos hay una construcción moderna que alberga el centro de interpretación de la sierra norte, cerrado y tan desierto y silencioso como el pueblo. El cronista agradece la intención pero, afortunadamente -a la fuerza ahorcan- hoy prefiere interpretar personalmente lo que ve.

10:37 Saliendo del pueblo

Y lo que ve le gusta, como a sus amigos de la cuadrilla. Abundante vegetación, robles y algún haya, manzanos que ya dejan la fruta en el suelo, serbales, nogales y castaños, alguna flor. Unas paredes de pizarra, gruesas, casi enteras, ciñen el camino antiguo por el que vamos bajando hacia el Jarama. 

10:52 Esas viejas paredes probablemente ya no sirven más que como soberbio ornamento del camino.

Otros andarines -¡qué verán en nosotros!- nos preguntan acerca del camino a seguir hacia los molinos. Como vamos más o menos en la misma dirección, nada más fácil para ellos que aproximarse a nuestros pasos hasta dar, primero, con la graciosa pasarela sobre el Jarama y, algo más allá, con el molino reconstruido, también cerrado como el centro de interpretación de diseño que hemos visto antes y como el propio del molino, también de diseño. 


En la explanada del molino (Área Recreativa la han bautizado) se está bien para hacer el primer alto de la jornada y reponer fuerzas. Este Jarama que tenemos al lado aguanta los rigores de la sequía; va despacio en este comienzo de curso, el suyo y el nuestro, pero no se detendrá hasta llegar a su meta en el Tajo, allá cerca de Aranjuez, casi 190 km. de andadura.

11:48 Anticipándonos a la hora oficial, pero aprovechando las cómodas mesas, hacemos el piscolabis.

Cuesta dejar el área del molino pero hay que seguir rumbo a La Hiruela. Y cuesta más seguir cuesta arriba, por mucho escalón y cómoda pasarela con que se haya dotado esta ruta "recreativa". Pero este tramo del paseo es precioso, un "reserva" de entre los muchos y gustosos caldos de las cosechas del andar de los alrededores de Madrid. Al final, justo antes de cruzar la carretera y entrar en La Hiruela, vuelven a abundar los manzanos y aparecen unos endrinos cuajados de fruto, descritos en su correspondiente panel informativo. El cronista se queda con las ganas de "interpretarlos" con destino a un pacharán.

12:15 Peña Tejerones arriba
12:31 Todavía no se trata de una pasarela mecánica

En La Hiruela casi se sale uno de Madrid. En la raya de Guadalajara, este pueblo, cuidado y pulcro como El Cardoso, tiene ayuntamiento, iglesia, bar, restaurante, museo etnológico, casa rural, lavadero, pilón, molino, carbonera y aula apícola. Y 72 habitantes. No sé si cuenta con un centro de interpretación. En el porche de la iglesia, que está cerrada, el grupo vuelve a posar para la cámara del cronista.

12:43 En el porche de la iglesia de San Miguel Arcángel.

Desde La Hiruela, donde apenas nos detenemos, hay que bajar al cauce del arroyo de la Umbría, para luego seguir el camino que recorre hacia el norte la orilla del Jarama. Gran parte de ese trayecto discurre entre el cauce del río, a nuestra derecha, y una cerca de alambre, a la izquierda.

13:16 Dejando atrás la pasarela del arroyo de la Umbría, se toma el camino que recorre la orilla del Jarama

Al poco de meternos en esta parte final de nuestra ruta, dos de nosotros, Antonio y Braulio, deciden atajar hacia El Cardoso, que para ir estrenando temporada bien está con lo ya andado en el día de hoy. Los seis restantes seguimos por este camino que no tiene pérdida -ni escapatoria- de bosque cerrado, entre la alambrada y el río. Camino como debe ser, ni llano ni quebrado, ligeramente ascendente, más cerca o más separado del agua perezosa del Jarama.

14:07 Después de un puntual almuerzo, con el fondo sonoro del río.
14:15 Jarama arriba, al otro lado de los Lavaderos de El Cardoso
14:41 Ya casi en terrenos de el Hayedo, pinos y helechos

Han pasado algo más de dos horas desde que nuestros dos compadres se fueron por su lado. Contaron que les fue bien, que comieron en El Cardoso de lo que llevaban en sus macutos pero que bebieron de bar. Nosotros seis hemos añadido algo más de pasos y distancia a ese cómputo final de temporada que hace Ignacio, pero no solamente eso, sino lo difícil de contar y que siempre queda en el tintero personal, discreto, de cada uno.

15:25 Esos troncos de abedul tan agraciados jalonan el final del camino.

Los coches que se dejaron esta mañana en un lado de la carretera, muy cerca de la entrada al Hayedo de Montejo, por suerte no se han movido. Unos se van al Cardoso a por los otros dos mientras los restantes esperamos allí, al sol de la tarde que ya ha decidido romper el nublado. Se concluye la jornada con unos refrescos y cafés -y patatas fritas y cosas de la cercana panadería- en Buitrago. El cronista piensa que esta forma menor del abordemanteles también está bien y que hay que hacer por mantenerla aunque nos den las mil y monas al volver a casa.

10,5 km. y 226 m. de desnivel