lunes, 19 de junio de 2023

14 de junio de 2023, CERRO DEL PUERCO O BOSQUES DE VALSAÍN

La de hoy es una de esas ocasiones que no se pueden perder, porque ya hay algunos cicateros en el grupo que se cotizan caros. Es el penúltimo día del curso y se prevé gran asistencia al bordemanteles en La Pradera de Navalhorno, tan pegadita a Valsaín que algunos no sabemos donde empieza una y acaba el otro. Lo meteo nos mantuvo un poco en vilo hasta casi la misma mañana del miércoles, pero resultó muy bueno. De la relación completa de los miembros de esta peña o cuadrilla solamente faltaron José Luis de A, y Braulio, aunque dejaron claro que hubieran venido si no se hubiesen interpuesto otras citas, viajes o menesteres.

El café de las diez de la mañana se localizó en el puerto de Navacerrada con ayuda de la fortuna, que dispone, aleatoriamente como acostumbra, que unas veces sí se pueda y otras no, dependiendo de las normalmente ocultas razones que los propietarios de los bares de allí tienen para abrir sus establecimientos o dejar de hacerlo. Este cronista y José Luis habían pernoctado en Segovia y llegaron al punto de partida, en La Pradera, con los cafés ya puestos, pero repitieron en el restaurante donde se había reservado mesa para la comida y aprovecharon para concretar hora y detalles. 

La sencillez de la ruta, casi toda ella por pistas bien trazadas, sin pérdida, y el modo un tanto laxo del guía de hoy, servidor de ustedes, propiciaron, nada más comenzar,  el error de una innecesaria desviación de un par de cientos de metros añadidos a la longitud del paseo prevista. Hecha la oportuna rectificación, no hubo más más que seguir dócilmente el camino, con Ignacio siempre al quite.

10:52 Por si acaso, Ignacio lee todas las advertencias

Buen camino, repito, y un ascenso muy paulatino, cómodo, todo a la sombra de los pinos valsaín y del nublado irregular, con tiempo y aliento más que de sobra para las conversaciones. 

11:21 Difícil imaginar un camino mejor.

Cuando la pista se transforma en sendero aparece la vieja Fuente del Ratón, a la que los años y los paseantes han tratado con respeto. Allí hacemos un alto tan reposado que hay que utilizar una voz de mando para seguir. 

11:41 La señal llega bien hasta la Fuente del Ratón.

A unos 600 metros de la Fuente del Ratón está la Fuente de Abastos, tan vieja y lucida como la anterior. Allí, unos anónimos benefactores han construido un banco y han dejado un par de tazas a mano para hacer la vida más fácil a fatigados y sedientos. 


Otra vez sobre pista casi horizontal, el sol haciéndose perezosamente un hueco entre los rectos troncos, el aire limpio y fragante: hoy los hados se han puesto de acuerdo para hacerlo todo fácil, de tal manera que ni una sola vez sale a relucir la palabra aventura.


Llega sin sentir la hora del piscolabis y cualquier sitio vale para dar buena cuenta del plátano y las bolitas de queso. Con intención de significarse y envidioso, un pobre espíritu maligno ha colocado de forma bien visible un aviso sobre peligros indeterminados, pero no le sale bien la jugada y todo lo que logra de este grupo es una desdeñosa chufla.

12:16 Donde el piscolabis, ¡qué peligro, Marc!

El trazado del paseo incluía la visita a un puente sobre el arroyo de los Quebrados, pero el modo que hoy se estila es más bien perezoso. Se deja así que tres curiosos, Ignacio, José María y el cronista, se acerquen a ver y cuenten lo que han visto. Lo que se vio fue un soberbio, robusto puente de piedra que engrandece la más bien flaca presencia del arroyo. A la vista del puente nos da por pensar que puestos a hacer una obra, mejor hacerla para que dure. Y que así debería ser para muchas cosas.

12:33 El puente sobre el arroyo de los Quebrados, punto más alejado de la ruta de hoy.

Los que se han perdido el puente nos han tomado la delantera y, cuando los alcanzamos, ya están de vuelta de la Cueva del Monje. Ahora somos los tres del puente los que nos perdemos la cueva, ya sin mayor interés desde que el monje se tomó las de Villadiego.

12:58 Esa oquedad en la roca conocida como la Cueva del Monje.

Por nuestra parte tomamos las del Cerro del Puerco, esa altura rocosa con vistas que se significó en la batalla de La Granja durante la Guerra Civil. Allí, breve recorrido de trincheras y fortines.

13:18 José María, Paco A. e Ignacio sobre las troneras de un nido de ametralladoras.
12:21 No se había dicho antes, así que viene bien decir ahora que los caminantes de esta mañana hemos sido, de izquierda a derecha, Antonio, Ignacio, José Luis, Marc, Aurelio, José María, Gonzalo, Paco A. y este otro Paco que estaba detrás de la cámara.
La vista desde el Cerro del Puerco, todavía empañada de nubes.

En la bajada desde el cerro hay algún ligero titubeo por los senderos apenas visibles, entre jaras, retamas y escobones. Vamos bien de tiempo y estamos hechos al terreno, que los hay peores. Aprieta el calor. Caemos en el pueblo de La Pradera más al norte del sitio de los coches y hacemos algo de turismo urbano por donde las calles Primera, Segunda, Tercera  y no sé si Cuarta y Quinta, que así se llaman, hasta llegar al punto de partida.

14:10 Ignacio y Antonio en el último tramo de la bajada a La Pradera.

Han llegado ya Joaquín y Rodrigo y se prodigan abrazos de bienvenida. Rafa y Salva, que vienen con Pedro, aún tardarán un poco, así que hay tiempo para aperitivos y otras conversaciones. Llegan noticias de que aumenta el retraso de los tres que aún faltan y se decide comenzar el condumio poquito a poco. Aparecen por donde el segundo plato y esta cuadrilla se felicita por la ocasión de haberse congregado tan alto porcentaje de sus miembros. A los postres como se suele, en nombre de todos y como muestra de afecto y gratitud por su continua, dedicada tarea de "planificación y control" de nuestros paseos, -qué digo paseos, pasos debería decir- Antonio obsequia a Ignacio una tableta gráfica, cosa que está muy bien y que no es obligatorio saber en qué consiste y para qué sirve. Por su parte, Ignacio hace entrega del balance del curso y de todos estos años, con magnitudes que asombran. Finalmente, Salva circula ejemplares de su última obra gráfica, una colección de magníficos "46 dibujos".


Queda un miércoles más de andar para rematar el curso 22-23, pero este de hoy pone de manifiesto que andar es solamente parte, y no la más importante, del juego.

11 km. y 358 m.