sábado, 25 de septiembre de 2021

22 de septiembre de 2021, PUERTO DE CANENCIA Y EL TORIL

Crónica a vuelapluma, que no estamos para perder el tiempo ni andarse con circunloquios. Es el día del estreno del curso 2021 - 2022, atrasado una semana por culpa de la lluvia. Se ha encargado de la organización José Luis H. y lo ha hecho con gran acierto como demuestra la respuesta a su convocatoria: 11 participantes de los 14, uno más uno menos, que figuran como posibles.

El cronista, sujeto últimamente a las trabas que le ponen las obras de la capital, no llega a la reunión en el café de Miraflores y se va directamente al puerto de Canencia, punto señalado para comenzar el paseo. El día está bueno, nublado, de temperatura suave, sin apenas viento. 

10:54 Puestos a poner puertas al campo, bien está que sean tan sencillas como las que dan paso -o lo ceden- a este área de meriendas en el puerto. Como unos han dejado el coche al otro lado de la carretera hay que juntarse de nuevo. Esto de los miércoles es de juntarse, no de apegotonarse. Juntarse está bien; apegotonarse, como dice un viejo y sabio conocido mío, no tanto.

Hay mucho que contarse, que han pasado más de dos meses desde la última salida, así que se pone más atención a lo que se dice, ahora éste, luego aquél, que a lo que se ve. Camino muy familiar para todos, de fácil recorrido, de pista ancha entre pinos, en ligero ascenso que hoy casi nadie nota.

11:21 Ese centro de interpretación de la naturaleza, o así, parece buen lugar para la primera foto del grupo de este curso. Pero hay dudas acerca de la posición a contraluz y hay algunos rebeldes a los que resulta difícil agrupar.

11:22 De manera que hay que darse la vuelta. Ésta, mejor que el contraluz, para que las caras y los gestos, ahora ya de todos, se lean con claridad, mascarillas aparte. Y la lectura no puede ser mejor como salta a la vista.
El destino de la caminata es el Toril, ese enorme cercado circular que suelen esquivar vacas y toros imagino que para evitar ser presa de las tentaciones taurinas de algún paseante. Aún queda trecho y tiempo para asomarse a la Hoya de la Vieja, y para el piscolabis, y para mucha conversación.

11:41 Asomándose al balcón sobre la Hoya de la Vieja; consultando la cartografía; adivinando el nombre de las cumbres lejanas.

12:20 El lugar del piscolabis, un par de metros por encima del camino.

12:55 En el ruedo del Toril, una cuadrilla se atreve a posar sin traje de luces.

Durante ese gran rodeo que hay dar al Prado del Toril para volver los pasos hacia el puerto de Canencia, vemos los restos de una vaca, una momia vacía al lado del camino. Por cierto que no es la primera que vemos por aquí. Hay lidias y faenas que, pena grande, se rematan de mala manera. 

13:04 En el gran rodeo del Toril

13:45 En buenas manos: aunque el paseo de hoy no tenía pérdida, Ignacio no deja de comprobar la exactitud de los datos y de estudiar la cartografía para ocasiones futuras. Y este cronista se atreve a reclamar la atención del lector sobre la recién estrenada mirada iridiscente de Aurelio.

Que la hora de la pitanza del mediodía coincida con la llegada al comedor no es fruto de la casualidad sino de los buenos oficios de Ignacio y la planificación rigurosa de nuestro conductor de hoy. Bajo techado, mientras comemos, llueve mansamente. Cesa la lluvia al reanudar la marcha hacia el puerto. Quizá eso no estaba previsto por los organizadores, pero déjenme que también se lo atribuya. Y es que hay días redondos y nunca es demasiado exceso dar las gracias a quien las merece.

14:09 No es un bordemanteles pero le falta poco.

Apenas pasadas las tres de la tarde estamos en el puerto a pie de coches. Marc tiene que irse, pero los demás quedamos en Miraflores para el café y las bebidas. Mesas separadas: aunque juntos, que no apegotonados, todavía hay que guardar las distancias. También eso se pasará y guardar las distancias quedará para las ocasiones de mucha formalidad y para evitar la cercanía de algún indeseable, que siempre lo habrá. 

16:20 Acaba la jornada con sol y el café en Miraflores.

10,7 km. y 270 m. de desnivel.
Firman la jornada (que no esta página que es exclusiva responsabilidad del cronista): Antonio, Aurelio, Gonzalo, Ignacio, Joaquín, José Luis, José María, Marc, Paco, Rafa.