lunes, 3 de octubre de 2022

28 de septiembre de 2022, ALTO JARAMA - TRAVESÍA

Recorrido por el Alto Jarama, con El Cardoso, La Hiruela y unos molinos como hitos principales. Esa es la excursión que Gonzalo nos propuso y en la que aceptamos participar ocho de los posibles: Antonio, Braulio, Ignacio, Gonzalo, José Luis, Marc, Rafa y el cronista. 


Aquí, en la sierra norte, el tiempo está fresco, más de lo que algunos pensábamos y hay que sacar de la mochila cortavientos o chalecos. Cielo uniformemente nublado y un ambiente que poco recuerda el verano tórrido que acabamos de dejar atrás. Hemos venido hasta El Cardoso desde la gasolinera de Venturada y sus cafés dando muchas vueltas, algunas más de las obligadas, pero aquí estamos. Se han dejado coches al lado del Hayedo de Montejo, donde pensamos acabar nuestro paseo. 

10:28 En El Cardoso comienza el paseo de hoy.

El pueblo está desierto y silencioso, excepto por un gran tractor con pala que maniobra cerca de donde hemos aparcado. El pueblo está bien vestido: calles limpias y casas arregladas. El cronista se queda con ganas de recorrer el pueblo y ver más despacio quién hay y disfrutar del aseo y del silencio. Cerca de donde estamos hay una construcción moderna que alberga el centro de interpretación de la sierra norte, cerrado y tan desierto y silencioso como el pueblo. El cronista agradece la intención pero, afortunadamente -a la fuerza ahorcan- hoy prefiere interpretar personalmente lo que ve.

10:37 Saliendo del pueblo

Y lo que ve le gusta, como a sus amigos de la cuadrilla. Abundante vegetación, robles y algún haya, manzanos que ya dejan la fruta en el suelo, serbales, nogales y castaños, alguna flor. Unas paredes de pizarra, gruesas, casi enteras, ciñen el camino antiguo por el que vamos bajando hacia el Jarama. 

10:52 Esas viejas paredes probablemente ya no sirven más que como soberbio ornamento del camino.

Otros andarines -¡qué verán en nosotros!- nos preguntan acerca del camino a seguir hacia los molinos. Como vamos más o menos en la misma dirección, nada más fácil para ellos que aproximarse a nuestros pasos hasta dar, primero, con la graciosa pasarela sobre el Jarama y, algo más allá, con el molino reconstruido, también cerrado como el centro de interpretación de diseño que hemos visto antes y como el propio del molino, también de diseño. 


En la explanada del molino (Área Recreativa la han bautizado) se está bien para hacer el primer alto de la jornada y reponer fuerzas. Este Jarama que tenemos al lado aguanta los rigores de la sequía; va despacio en este comienzo de curso, el suyo y el nuestro, pero no se detendrá hasta llegar a su meta en el Tajo, allá cerca de Aranjuez, casi 190 km. de andadura.

11:48 Anticipándonos a la hora oficial, pero aprovechando las cómodas mesas, hacemos el piscolabis.

Cuesta dejar el área del molino pero hay que seguir rumbo a La Hiruela. Y cuesta más seguir cuesta arriba, por mucho escalón y cómoda pasarela con que se haya dotado esta ruta "recreativa". Pero este tramo del paseo es precioso, un "reserva" de entre los muchos y gustosos caldos de las cosechas del andar de los alrededores de Madrid. Al final, justo antes de cruzar la carretera y entrar en La Hiruela, vuelven a abundar los manzanos y aparecen unos endrinos cuajados de fruto, descritos en su correspondiente panel informativo. El cronista se queda con las ganas de "interpretarlos" con destino a un pacharán.

12:15 Peña Tejerones arriba
12:31 Todavía no se trata de una pasarela mecánica

En La Hiruela casi se sale uno de Madrid. En la raya de Guadalajara, este pueblo, cuidado y pulcro como El Cardoso, tiene ayuntamiento, iglesia, bar, restaurante, museo etnológico, casa rural, lavadero, pilón, molino, carbonera y aula apícola. Y 72 habitantes. No sé si cuenta con un centro de interpretación. En el porche de la iglesia, que está cerrada, el grupo vuelve a posar para la cámara del cronista.

12:43 En el porche de la iglesia de San Miguel Arcángel.

Desde La Hiruela, donde apenas nos detenemos, hay que bajar al cauce del arroyo de la Umbría, para luego seguir el camino que recorre hacia el norte la orilla del Jarama. Gran parte de ese trayecto discurre entre el cauce del río, a nuestra derecha, y una cerca de alambre, a la izquierda.

13:16 Dejando atrás la pasarela del arroyo de la Umbría, se toma el camino que recorre la orilla del Jarama

Al poco de meternos en esta parte final de nuestra ruta, dos de nosotros, Antonio y Braulio, deciden atajar hacia El Cardoso, que para ir estrenando temporada bien está con lo ya andado en el día de hoy. Los seis restantes seguimos por este camino que no tiene pérdida -ni escapatoria- de bosque cerrado, entre la alambrada y el río. Camino como debe ser, ni llano ni quebrado, ligeramente ascendente, más cerca o más separado del agua perezosa del Jarama.

14:07 Después de un puntual almuerzo, con el fondo sonoro del río.
14:15 Jarama arriba, al otro lado de los Lavaderos de El Cardoso
14:41 Ya casi en terrenos de el Hayedo, pinos y helechos

Han pasado algo más de dos horas desde que nuestros dos compadres se fueron por su lado. Contaron que les fue bien, que comieron en El Cardoso de lo que llevaban en sus macutos pero que bebieron de bar. Nosotros seis hemos añadido algo más de pasos y distancia a ese cómputo final de temporada que hace Ignacio, pero no solamente eso, sino lo difícil de contar y que siempre queda en el tintero personal, discreto, de cada uno.

15:25 Esos troncos de abedul tan agraciados jalonan el final del camino.

Los coches que se dejaron esta mañana en un lado de la carretera, muy cerca de la entrada al Hayedo de Montejo, por suerte no se han movido. Unos se van al Cardoso a por los otros dos mientras los restantes esperamos allí, al sol de la tarde que ya ha decidido romper el nublado. Se concluye la jornada con unos refrescos y cafés -y patatas fritas y cosas de la cercana panadería- en Buitrago. El cronista piensa que esta forma menor del abordemanteles también está bien y que hay que hacer por mantenerla aunque nos den las mil y monas al volver a casa.

10,5 km. y 226 m. de desnivel

2 comentarios:

  1. Muy buena crónica (textos y fotografías) de un magnífico día. Desde hace tiempo, el que suscribe se declara forofo de la sierra norte. Hoy lo manifiesto una vez más.
    Lo que más me ha llamado la atención en este caso, como al cronista, es la vegetación; en su abundancia y variedades. Espléndida.

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  2. Una excursión para repetir y recomendar. A pesar del cataclismo climático de este verano, la zona se mantenía fresca y verde como si de Irlanda se tratara (bueno exagero un poco, pero estoy con José Luis, I love la Sierra Norte)

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