sábado, 19 de diciembre de 2015

16 de diciembre de 2015, UN PASEO POR EL ATAZAR Y SUS ALMENARAS

"Reflejos"


Una orilla del Atazar vista por Ignacio

Hay veces en que, sin pretenderlo del todo, se da con la expresión justa que sirve para describir una situación. Primero Ignacio con las imágenes del embalse del Atazar y luego Joaquín con su propuesta de "reflejos" como título del reportaje, aciertan con lo que nos pasa. ¿Quién sino una inspiración afortunada hizo saber a nuestro fotógrafo residente que de lo que se trata ahora es de poner las cosas cabeza abajo? Un artista dice mucho de sí mismo a través de su obra pero, sobre todo, dirá mucho de la realidad real o ficticia que representa. Una fotografía de un camello podrá decir mucho del fotógrafo pero, sobre todo, dirá mucho del propio camello. Ignacio ha retratado el embalse del Atazar y no hace falta que diga mucho de sí mismo porque de sus más que excelentes cualidades artísticas y personales ya tenemos cumplida evidencia. Pero Ignacio ha dicho del embalse del Atazar, de los barquitos del primer término y las casas de detrás y el mundo que les rodea, que están cabeza abajo, y que lo derecho aparece borroso y tembloroso. Ignacio, por eso, es un artista, porque representa la realidad tal como es aunque algunos se empeñen en verla como siempre.

Joaquín, por su parte, ha titulado en consonancia muy acertadamente. Lo que vemos a través de las fotos de Ignacio son reflejos. Por lo menos, lo que nos llama la atención del reportaje de Ignacio son los reflejos, nunca esa realidad seca y pedregosa, mineral, de las orillas del embalse sediento. Necesitamos el espejo tembloroso del agua para recrearnos, engañándonos, como narcisos, en nuestra imagen. Siempre deberíamos tener a mano un espejo algo azogado al que no reprochar demasiado su falta de sinceridad. Describir bien la realidad es tarea siempre difícil. Por eso agradecemos el afortunado encuentro con algo que nos permite decir: esto es un fiel reflejo de la realidad. Como ejemplo, esto mismo que escribo. Así que como no sé, ni este es el lugar más adecuado para describir cierta parte de la compleja realidad en la que vivimos, voy y me encuentro con las fotografías de Ignacio y las utilizo para decir, copiando a Joaquín, que son un buen reflejo de la realidad. Con lo cual me muestro nítidamente como lo que soy: un oportunista que utiliza la inspiración de sus amigos a modo de lamento encubierto y portada de un estupendo día de excursión.

Una convocatoria trabajada y un paseo descansado


Como se trataba de la excursión que cierra el primer trimestre del curso mierconista, la opción abordemanteles no admitía réplica, pero todas las demás, ruta, longitud, nivel de dificultad, permanecían abiertas hasta que Gonzalo redujo el abanico y propuso paseos por las cercanías de El Berrueco, pueblo que debe su nombre a un hermoso pedrusco o tolmo que por allí hay. Descarto el significado alternativo de berrueco como grano ocular - "me ha salido un berrueco en el ojo" - por razones que saltan a la vista. Más tarde, aunque no sé muy bien porqué, el tiro se acabó centrando en un paseo por la orilla del embalse del Atazar, con punto de salida y llegada en el restaurante elegido para la celebración, previa inspección y visto bueno de José Luis A., quien demostró su buen ojo no aquejado de ningún berrueco.


10:58 La cuesta que se ve en la fotografía, nada más empezar el paseo, es la única de todo el recorrido, hacia abajo al salir y hacia arriba al volver. No sabemos la razón exacta pero, en casi todas las ocasiones en que paseamos, las cuestas que se bajan se tienen que subir después, o viceversa. Debe tener que ver con las leyes de la física. En atención a estas leyes y a un testarudo catarro, Salva no nos acompaña en el paseo y permanece en los alrededores del sitio donde hemos dejado los coches y en la buena compañía de un libro.



De la utilidad de esos modernos sustitutos del pincel y la brocha que se denominan "sprays" dan cuenta las dos formas de expresión recogidas en las fotografías superiores. En la primera se ha violentado lo que parece un veintisiete sobre una forma que recuerda vagamente una manzana al revés o una gallina o un voluminoso vientre con su ombligo y todo. Imprescindible. Lástima que estorben tanto la cercanía de un registro o arqueta con forma de olla y una indicación, cortesía del Canal de Isabel II, en desatinado azul celeste con el nombre del cercano restaurante. La segunda, en atrevidos tonos amarillo - anaranjados, es valiente y reivindicativa, como el prohibido prohibir y otras de los sesenta. Claro que el letrero está unido a su soporte por donde las letras. ¿Será que había que mirarlo por el otro lado y yo esté haciendo suposiciones equivocadas?


Prueba de que este grupo nuestro elige siempre los trazados más exigentes es lo que se muestra en la foto. Pudiendo caminar por la amplia calzada de la derecha, de firme liso y homogéneo, Ignacio ha preferido llevarnos por el estrecho, sinuoso, accidentado y comprometido sendero de la izquierda, poniendo en riesgo nuestra integridad física. ¡Para que luego digan!


No contento con eso, Ignacio también nos hace caminar como funambulistas por la coronación de las presas que retienen el agua del Atazar cuando no se sufre esta pertinaz sequía de la segunda transición. Ahí se pone a prueba el sentido del equilibrio y la resistencia al vértigo de esta buena gente que sale de paseo los miércoles.



La vista de costas, rompientes y playas ameniza el recorrido por la Senda Genaro, vieja conocida y ya buena amiga de este grupo. Las insinuaciones que se hicieron en la convocatoria acerca de la posibilidad de un baño no se toman en consideración, seguramente por el trabajo de descender hasta la orilla y la falta de trajes adecuados para el chapuzón.



12:23 Llegados a la Almenara de la Alameda, desde donde volveremos sobre nuestros pasos, se procede con entusiasmo al piscolabis o aperitivo, hoy imprescindible si se toma la primera acepción del diccionario de la RAE, "que sirve para abrir el apetito", no fuera a ser que el tan bien planeado almuerzo abordemanteles quedara deslucido y falto de la necesaria dedicación. Muy oportunos los bancos de piedra adosados a la fachada de la casa. Al tibio sol de este casi penúltimo día del otoño, el grupo representa con toda propiedad el papel del perfecto pensionista.



10:51 Queda la almenara del piscolabis allá detrás y, más cerca, la de la Tejera. Con paso decidido y desprecio de la altura a ambos lados, los caminantes tramitan esta parte del recorrido, más estrecho que un cable de acero, emulando la hazaña de Philippe Petit en lo que se conoce vulgarmente como el ejercicio de la cuerda floja. Y eso sin haber trasegado el tradicional Muriel, hoy ausente del aperitivo por aquello de la austeridad.


13:26 En esta hora y en este lugar, nos hemos atrevido a bajar casi hasta la playa. Ahí, a la vera de un viejo árbol, muerto de pie que es como hay que morirse, hacemos la foto del grupo. A la otra orilla, las casas de Cervera de Buitrago y el pequeño embarcadero empinado sobre largas patas que se apoyan en el fondo seco del embalse.




14:09 A punto de terminar el paseo y con el grupo "hecho peazos" que dirían más abajo de Despeñaperros, Ignacio y yo bajamos de nuevo hasta la orilla para hacer unas fotos como las de más arriba. De las de Ignacio ya hemos tenido, a la hora de publicarse esta croniquilla, cumplida muestra; espléndidas fotos que dicen más que las errabundas consideraciones de estas letras. Mientras, el grupo no solamente se trocea y descompone sino que, con alguna excepción, se extravía o descarría. Así, hecho el recuento de presencias y ausencias al llegar al punto de partida, hay que volver sobre los pasos y, a voces, por teléfono y hasta en coche, reunir y encolar los trozos dispersos por los alrededores a fin de que los asientos reservados en el restaurante se amorticen debidamente.





La comida, muy buena, y con el gran ambiente propio de las fechas que se avecinan. Salva se hace portavoz de lo que entiendo son algunos grupos políticos para desearnos de forma peculiar una feliz Navidad. Aurelio hace lo propio, más convencionalmente. Ambos demuestran así, cada uno a su modo, su espíritu navideño y sus cualidades de dibujante y cantor, respectivamente.

Aquí, la felicitación de Aurelio. Pinchen y esperen pacientemente a que se descargue el christmas.

A todos, muy de corazón, un feliz Año Nuevo.





2 comentarios:

  1. ¡Cómo he disfrutado! ¡Muchas gracias Paco por tu crónica! ¡Muchas gracias a todos los mierconistas por este año 2015 y la promesa del año próximo! ¡Ustedes son formidables!

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  2. Venía en el coche oyendo un reportaje sobre Versalles que incluía el comentario del Conde Saint Simón sobre Luis XIV: "lo que más le gustaba a este rey eran los espejos y los halagos". Al leer esta entrada del blog con tus comentarios me sentí por un momento como Luis XIV, aunque afortunadamente el efecto se evaporó rápidamente y de vuelta a la realidad me di cuenta que los halagos no provenían de un conde cabroncete sino de un amigo del alma que tiene tendencia a ensalzar con su prosa las cotidianas peripecias de sus amigos.

    Valga pues este comentario para agradecer y ensalzar las virtudes de Paco el bloguero y su magnánima predisposción a halagar a sus amigos.

    Feliz Navidad para los millones de humanos repartidos por tierras ignotas y especialmente a los rusos y ucranianos que nos estarán escuchando.

    Ignacio

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