viernes, 6 de noviembre de 2015

4 de noviembre de 2015, PASEO POR VILLAVIEJA

Hoy Ignacio titula "paseo" al paseo de hoy. Otras veces nuestros paseos son también paseos pero no toman ese nombre. Será cosa de la distancia, del desnivel, de las peñas que se encuentren en el camino. Puede ser cosa de la duración o de la velocidad. ¿Qué hay en un nombre? Retórico me pongo al comienzo de esta crónica de un auténtico paseo que lo fue sin ambigüedades ni circunloquios. Lo de hoy ha sido un agradable paseo otoñal, con ambiente algo más que húmedo, sin dificultades, de apenas dos horas, de llanos y más que suaves pendientes, de campo que no de montaña.

Salió así porque el tiempo amenazaba lluvia y se había descartado otra ruta más lejana y de mayor enjundia. Salió así también porque el coche de Ignacio pinchó y comenzamos a andar bastante más tarde de lo habitual. Salió así gracias a los buenos oficios, buen archivo histórico y excelente memoria de Gonzalo e Ignacio, que recuperaron esta excursión de entre los legajos, impresos en papel y letra courier, de hace una pila de años, que sepan que esta afición viene de lejos.


11:55 CALLES... Una calle de Villavieja de Lozoya. Gonzalo, Pedro y este que lo es, Ignacio, Joaquín y Braulio, comienzan a pasear después de abundantes conversaciones en el café de la gasolinera de Venturada y arduos esfuerzos para cambiar una rueda pinchada, respectivamente.


12:30 ...Y MÁS CALLES. A pesar del pequeño tamaño de Villavieja, la calle urbanizada da mucho de sí. ¡Y tanto! Como que llevamos más de media hora caminando y aún no hemos salido del adoquinado y del asfalto. Otro día traeremos el coche hasta aquí y empezaremos el paseo pisando tierra, que es como mandan los cánones.


12:35 VACAS. Bien es verdad que cinco minutos más tarde ya pisamos boñigas de la vaca blanca y de la vaca negra que se nos cruzan por el camino. ¡Estamos en el campo! Pintea, que dicen en Salamanca, orbaya, que dicen en Asturias; muy ligeramente, casi imperceptiblemente.

12:42 VÍAS. Puente sobre la vía del tren. Disquisiciones, aunque breves, acerca de qué tren se puede tratar. No me he tomado la molestia de averiguarlo, pero "ave" no es, seguro. Huelga decirlo, pero anoto que este reducido grupo, para no faltar a la costumbre, ha realizado la casi totalidad del trayecto fragmentado en tres: eso sí, cambiando de parejas.


12:50 SETAS. Abandonamos la pista. No he dicho hasta ahora que también hoy es día de abundantes setas, aunque aparentemente limitadas a dos especies: las macrolepiotas y los agaricus, vulgo champiñones, presentes durante todo el recorrido. Pedro, Braulio y el que suscribe, prudentemente -cantidad y calidad- recolectan alguna.


12:55 BATANES. En la cercanía del arroyo de los Robles, de descriptivo nombre, hay un antiguo depósito de agua, de piedra, muy bien conservado. Hay también un canal o acequia, paralelo al arroyo, vivo de agua de rápido discurrir y en buen uso. El lugar se llama Los Batanes, de manera que todo queda dicho.



12:58 PASARELAS. El paso del arroyo lo facilita una pasarela de madera donde hay que poner atención para no meter el pie en los huecos que dejan las tablas. Es una pasarela tacaña para audaces, especialmente hoy, tan mojada y resbaladiza. Quizá exagero pero, metido en retóricas, hay que hacer algo por elevar el tranquilo tono del paseo con emociones literarias.

13:02 CELEBRACIONES. El camino transcurre paralelo al talud de la vía que, un poco más adelante, desaparece en un largo túnel. La cosecha de setas ya pesa en esta pequeña cuesta. Se han hecho averiguaciones para rematar el paseo "a borde manteles", de manera que se decide no celebrar el piscolabis y dejarlo todo para el almuerzo.

13:11 CARTELES... Este es un paseo ilustrado. Las luces de la razón hoy se presentan en forma de carteles iluminados que describen parajes, rutas, accidentes geográficos, obras públicas, retazos de historia y anécdotas varias. Conviene estudiarlos no sea que uno se vaya a perder lo más interesante. Tuerzan ustedes la cabeza y lean. Ilústrense.


13:17 ...Y SEÑALES. No hay pérdida. El gps y los planos de Ignacio, las señales bien fijadas, las fotos panorámicas, el texto que describe el entorno y las rutas... No se puede pedir más. La subida al puerto Linera será pan comido para cuando Rafa nos lleve allí en un próximo futuro. Rafa, así se lo ponían a Fernando VII.


13:47 VILLAVIEJA Y LA TOSCANA. Dice Pedro que la preciosa vista de Villavieja, como en un alto, con esta luz, le recuerda un paisaje de la Toscana, ¿o de la Umbria? Esas referencias están bien; así, nuestro paseo se aleja de lo cotidiano y rutinario y se va, él mismo, de paseo y con la música a otra parte.
13:54 CARNES. Con el permiso de la OMS nos preguntamos si la carne de esos terneros blancos será roja, esa tan peligrosa para la salud y para el prestigio de algún científico, que se menciona en el reciente y muy difundido informe. Sin mucha precisión, concluimos que el mayor riesgo lo corren esos animales de inocente y encantador aspecto.


13:54 BARRO. Ya a las puertas del pueblo, mínimo inconveniente que añadir al de la pasarela. Al menos, unas botas sucias parece que atestiguan un paseo agreste y quizá esforzado. Las inoportunas huellas de un vehículo quitan algo de encanto natural a esta última parte del camino.



13:57 UN ALTAR Y UNA PUERTA. En la confluencia del arroyo de los Robles con el de Buitraguillo, en el paraje de los Pontones, una mesa que acoge a la imagen de la Patrona el día de la romería, en Agosto. Enfrente, al otro lado de la corriente, una amplia explanada donde se reúnen los romeros. Y otra vista del camino, con su doble paso de vehículos y de ganado, las hojas caídas y la luz tamizada de esta corta mañana de paseo que acaba eludiendo el urbanizado y aburrido trayecto del comienzo.




14:12 QUITARSE LAS BOTAS. Que es lo que se hace cuando el paseo llega a su fin y hay que embarcar rumbo al cercano San Mamés para comer a borde manteles.






14:32 PONERSE LAS BOTAS. Seriamente, eso sí, en El Chato de San Mamés; mayoritariamente con cocido de excelente factura; dedicadamente para reponer las fuerzas gastadas, es un decir, en el paseo; agradecidamente siempre.


5 comentarios:

  1. Una crónica muy fina. Estoy deseando volver a la zona para hacer el recorrido completo de la mano (o del pie) de Rafa. Las fotos excelentes.

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  2. Este sábado, primero de mes, he estado en la feria que se celebra " todos los sabadosprimerosdemes"
    en la casa de la Cámara Agraria y en el pabellón de San Mamés he preguntado si os habían visto por allí. Parece que no, así que a lo mejor todo ha sido una FANTASIA, con el claro propósito de chincharme por hacer una excursión "fácil, cómoda, plana con setas y....¡ a borde manteles !
    Bueno, la visita a la feria me sirvió para mercarme un queso de cabra de San Mames que me está sabiendo delicioso. ¡ Ale !
    ANTONIO

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  3. Por lo que veo, algunos nos perdimos algo bueno.
    Me quedo con la esperanza de que se repita pronto, y ampliada, bajo la batuta de Rafa.

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  4. ¡Qué crónica viajera más sugerente! Sencillo el andar y sencillo y hermoso el texto.

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  5. Gonzalo me reprocha, cariñosamente, que haya manifestado desprecio por el ferrocarril Madrid - Burgos, cuya vía acompañamos un trecho y cruzamos por el puente de la baranda amarilla. No fue tal, sino pura ignorancia: inconvenientes de eso de ir fragmentados y dividir las conversaciones. Agradezco mucho la información que me hace llegar ( https://es.wikipedia.org/wiki/Ferrocarril_directo_Madrid-Burgos ) y la mención de que el Talgo que circulaba por esa vía fue avistamiento y compañero de más de una excursión pretérita.

    Paco

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