domingo, 15 de noviembre de 2015

11 de noviembre de 2015, EL CASTAÑAR DE EL TIEMBLO

10:45 Reunión concurrida alrededor de cafés en un mesón de El Tiemblo, en Ávila. Una mañana de aire limpio, luz dorada y ese verde, aún tímido, de las pasadas lluvias. De manera que he disfrutado el más bien largo trayecto por carretera hasta aquí, especialmente a partir de Brunete y sobre todo en la vecindad del Alberche.

Desde El Tiemblo hasta el aparcamiento del Castañar hay unos 8 km. de carretera asfaltada y pista de tierra, que no son nada para los tres todocamino disponibles en que nos agrupamos. Hoy nadie nos controla ni nos exige un pago; los fines de semana sí lo hacen.

11:35 "Libres de puntas", que es como se expresa en los cuadernos de bitácora el paso entre las balizas verde y roja que marcan la salida del puerto. Aquí pasamos entre los postes indicadores que, muy civilizadamente, marcan la salida del aparcamiento y el arranque de rutas y paseos en mar abierto. Pedro hoy al gobierno de la nave e Ignacio, como siempre, en su cargo de piloto y oficial de derrota.



A Ignacio se le ha averiado la máquina de fotos que hoy había traído para recrear los colores, las luces y las sombras del otoño en este bosque singular. No se me ocurre ofrecerle otro consuelo que ir salpicando esta crónica con algunas imágenes peladas y gratuitas, sin historia ni comentario, es decir, de lo que se simplemente se ve. Y es bastante.









11:52 Probablemente no había mayor motivo de preocupación, pero lo cierto es que el grupo se detiene a revisar mapas y asegurar que se está en la ruta correcta. Ningún camino está definitivamente trazado.



El tronco de la izquierda es el de un castaño cinco veces centenario, conocido como "el Abuelo" y muy visitado, reconocido e interpretado. Todavía vive en sus brotes. El de la derecha es un tronco seco, sin nombre, como muchos otros en este bosque. Yo dedico mi modesto homenaje a este anónimo resto vegetal.

12:00 Aparece al paso un refugio de muros de piedra y paredes interiores decoradas con mucho color, con motivos candorosos y alegres, como las ilustraciones de un cuento infantil o las pinturas murales de un románico sin arcano.





Un rincón del castañar, de luz tamizada y rocas eruditas cubiertas de musgo. Otro, con puente arqueado japonés. Un jardín "kare - sansui" (no sé donde he visto ese nombre), "montaña y agua", alfombra crujiente de hojas secas.



12:38 Cómodo piscolabis casi a borde manteles, con espacio acotado, mesas y bancos, cubos de basura para la cáscara del plátano, algún cartel informativo. Todo bien ordenado al mayor disfrute del paseante urbano, tan poco amigo del asiento en el suelo y del sobresalto del pinchazo de zarza.


12:54 Nadie nos lo dice pero da la impresión que hemos pasado del parque temático al campo, del jardín zen al "charco-ranas", del románico de ocasión al rústico y funcional encerradero de ganado. A ninguno de nosotros molesta el cambio o, como se podría decir, dos ambientes por el precio de uno.



Dos ambientes también el de las dos imágenes superiores: el de un extraordinariamente fotogénico tramo de la PR-AV 21, que así se indica en el pequeño poste junto con cabalísticos signos (doble círculo y triángulo en rojo y banderola blanca y amarilla); y el de un nutrido hato de vacas negras, blancas y rubias, en la segura compañía del vehículo del ganadero.



Este imponente castaño se merece un nombre propio.De no tenerlo, al menos una fotografía y un saludo como el de Gonzalo. Hubiera merecido, en cualquier caso, una prolongada mirada, como la que se dedica a una gran pintura en el museo o a una puesta de sol sobre el mar. Si en próximos paseos ven ustedes que me retraso, tengan por seguro que estaré allí donde un árbol como este o un humilde líquen hayan reclamado mi atenta y prolongada mirada. Y ya volveré.




13:24 De los 1250 a los 1400, hacia el portacho del Pozo, hay que trabajar el camino, que no todo va a ser vida contemplativa. Algunos, sin embargo, con alas en los pies, ya van tomando la delantera.



13:46 Una pequeña parada del grupo principal a la sombra de una roca con visera, antes de la gran planicie de hierba donde se encuentra el pozo de la nieve. Los de alas en los pies han puesto tierra de por medio y desaparecido de nuestra vista.


13:53 El pozo de la nieve ha encontrado alojamiento en una casa de factura rústica y muy adaptada al ambiente serrano. Se apean los macutos y nos disponemos a hacer la obligada visita. Unos paneles adosados a la fachada de la casa describen el pozo, su uso y mantenimiento. Ahorro aquí las explicaciones, pero siempre se pueden obtener en la red.


14:36 Para el almuerzo se ha elegido el asiento en unas rocas cercanas. Rafa, Aurelio y Rodrigo no han participado en la visita al pozo y aún no se han unido al resto del grupo. Hay intentos fallidos de comunicación telefónica y avisos acústicos con la trompetilla de Antonio. Resignados, decidimos abrir la botella de rioja y consumir su parte. Lamentablemente, aparecen antes de que hubiéramos logrado nuestro propósito. Aseguran haber alcanzado la cota 1584 de una altura denominada La Manga por un feo camino polvoriento. Nosotros les felicitamos efusivamente y les permitimos, en prueba de nuestro compañerismo, dar cuenta de su almuerzo sin prisas ni agobios.


15:21 La vuelta, por aquello de la variedad, sigue un trayecto distinto, al sur del arroyo de San Jurdón, de incógnito significado y parva corriente. De ese bello conjunto de rocas me hubiera gustado hacer objeto de parada contemplativa pero el grupo camina ahora compacto, agotado ya el cupo de disidencias del día.


15:51 Me hubiera acercado más para hacer la foto pero se habría roto el encanto de la escena: como en un cuadro, una mujer joven juega y ríe con su niño pequeño sobre el mullido lecho de hojas secas, ajenos al paso de los caminantes, acariciados por la luz de la tarde. Este bosque precioso se ha encontrado aquí con su sentido.





15:55 El puentecito arqueado acoge la foto de grupo, demostrando su solidez y una utilidad mayor que la de facilitar el paso del mermado arroyo.






16:20 Han quedado detrás muchas otras imágenes huérfanas de la cámara de Ignacio, alojadas quizá en la memoria, reservadas para la siguiente ocasión, quién sabe. Un último puente antes de llegar a los coches.


Algunos tienen intención de comprar en el pueblo las setas y las castañas que hoy se nos han negado en el paseo. Y es que no todo va a ser obsequio gratuito.


3 comentarios:

  1. Gracias Paco por las fotos que no saqué. Ya que algunos en las últimas excursiones van a setas, algún día tendríamos nosotros que ir a fotos y dejar al resto que nos esperen. Y siguiendo con fotos, la del interior del pozo es de concurso. Muchas gracias.

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  2. Impagable crónica gráfica y literaria de una inolvidable jornada "mierconista". Con ganas de volver, algún día.

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