lunes, 6 de febrero de 2023

1 de febrero de 2023, CASCADA DEL CANCHO

Ni fú ni fa, dice Ignacio del agua de hoy en su envío del resumen de nuestro paseo y Gonzalo pregunta por el significado de la expresión. Esta página del cuaderno de bitácora, sin literatura innecesaria y muy al estilo de los auténticos cuadernos, responderá enseguida. Marc organizó este paseo, al que respondimos participando el propio Marc, Antonio, Ignacio, José Luis y servidor de ustedes.

Hoy solamente cinco excursionistas nos reunimos en la gasolinera de Venturada. Desde allí y en un solo coche para ahorrar, nos desplazamos al bonito y cercano pueblo de Navalafuente, desde donde comenzaremos nuestro paseo. 

10:39 No hay forma de escapar al panel descriptivo - interpretativo

Datos: 
  • 10:38, comienzo de la marcha desde las calles de Navalafuente
  • PCC (parte del cielo cubierto) 0/10, es decir, totalmente despejado
  • Viento en calma
  • Temperatura más que agradable
A la salida del pueblo se atraviesa enseguida el arroyo Caragüeña por un antiguo puente - pasarela y se asciende ligeramente por un mal sendero para asomarse a la cascada del Cancho. El arroyo no lleva mucha agua, tal como nos informa un vecino del pueblo con quien intercambiamos saludos. 

10:55 Paso sobre el Caragüeña

La cascada del Cancho es un rudimento de cascada vergonzosa y tímida que se ha situado entre rocas resbaladizas y abundante maleza para ocultarse a las miradas indiscretas. Para verla de cerca hay que exponer un tanto el físico. Ignacio y el cronista, cámaras en ristre, lo hacen y salen ilesos de la maniobra. 

11:01 Ignacio ha llegado a encararse con la del Cancho pero traía la cámara en modo cantera
Y el cronista, al agua, ni fú ni fa, la retrata como puede y le sale movida.

De esas escarpaduras se sale tirando para arriba, cuidando el paso y echando en la operación su buenos veinte minutos mal o bien contados. 

11:13 Navalafuente desde el cancho y el cerro de San Pedro al fondo.

Lo que sigue en otra media hora es un terreno desigual, con rampas y toboganes, quizá incómodo exagerando un poco, no más. 

11:30 Un terreno áspero

Cuando se suaviza el terreno y aunque aún no es mediodía, paramos, nos sentamos en unas piedras -demasiado bajas excepto una- y nos tomamos el piscolabis. 

Este árbol seco ha entonado su canto del cisne con la forma de una lira.
11:52 Antonio se queda un poco separado del resto...
... y hace una foto a los demás

Con mejor terreno, pero aún empleamos otra hora más en llegar a la primera de las canteras por lo que llama el IGN Camino de Guadalix, dejando atrás un EDAR -pregunten a José Luis- y cruzando la carretera M-631.

Esta alambrada no está de más porque hay una buena caída hasta el suelo de duro granito.
12:52 Dice Ignacio en su mapa resumen "mirador cantera", así que hay que mirar.

El sol de este día de invierno calienta y el paso se hace un tanto fatigoso en este tramo llano pero ligeramente ascendente que pasa por grandes lanchas de piedra, canteras en potencia.

13:28 La huella del motocross dificulta la bajada hacia el arroyo de Albalá

Con el cruce del arroyo se viene a concluir el tramo de ida de esta jornada de hoy que se está haciendo algo más larga y afanosa de lo previsto. Ahora, alrededor de las 2 de la tarde, por donde el mapa titula Casa Negra, buscamos otros asientos para dar cuenta del almuerzo. Damos con unas rocas orientadas al oeste, confortables para nuestro propósito, y con la mejor vista que se pueda imaginar de la cuerda del Mondalindo. 

14:30 Donde el almuerzo.
La espléndida vista del Mondalindo, desde la Albardilla a la izquierda, hasta Peña Negra, a la derecha

Un buen camino: las praderas adyacentes a los Molinos Cimero y Bajero de bonitos nombres, con ganado pastando; la pista sin pérdida posible, a ratos encharcada, los motoristas de la profunda huella que pasan, la gran cantera por fin. 

15:00 Alguien se pregunta que de donde habrá salido el agua de estos charcos.
15:16 Con la compañía de su ruido, estos motoristas no saben lo que se pierden,

15:24 Hoy ha traído Ignacio la cámara en modo cantera y aquí se puede ver el atrayente resultado de su trabajo. Pigmeos. Unos enormes volquetes pasan a nuestro lado, todo potencia. Los gigantes dados de piedra descansan al sol de la tarde en grava fina -¿quizá gravilla?- recordando que en polvo se convertirán, como el que levantan las ruedas.


Quedan dos kilómetros y pico hasta Navalafuente y tengo para mí que alguno (o varios de nosotros, quizá todos) hubiera deseado que fuera menos. Parece mentira pero se sienten el calor típico del febrerillo loco de este 2023 del calentamiento global y la fatiga del carrusel. Un trecho de ribera entre sol y sombra, unos repechos hasta la carretera, un camino entre huertos y sembrados, la bajada al Caragüeña y el saludo al borrico amigo con el que se hizo amistad en nuestra anterior visita, antes de las calles de Navalafuente y el cambio de calzado donde se había dejado el coche esta mañana. 

16:07 ¿Puente o pasarela?

Marc, un magnífico paseo que no sabemos por qué se lo han perdido tantos. Agua, ni fú ni fa, pero mucho y bien de todo lo demás.
 
11,1 km. solo y 236 m.

El café, sin la participación del cronista, que tenía algo de prisa, en la gasolinera de Venturada. 

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