lunes, 28 de noviembre de 2022

23 de noviembre de 2022, EL PARDO, SENDA FLUVIAL

José Luis H. nuevamente asume la tarea de narrador de esta historia de nuestro grupo a golpe de miércoles, y lo hace con su habitual cuidado por el detalle. Buena memoria, José Luis, que contrasta con la este editor, que ya ni recuerda porqué se ausentó este día que nos cuentas.


Esta es la crónica de la ruta denominada El Pardo Senda Fluvial, que también podríamos llamar ruta botánica de El Pardo o incluso la Ruta de la Aspirina como más adelante se podrá ver.

Después de un par de semanas en blanco debido a las inclemencias climáticas de este irregular otoño, tuvo que venir Ignacio al rescate desde lejanas tierras para convocarnos a un pequeño grupo de valientes mierconistas a dejar las perezas en casa y animarnos a caminar por tierras de El Pardo. El día se presentó gris amenazando lluvia ligera, pero con temperatura agradable y buen pronóstico de mejoría a lo largo de la mañana.

Quedamos a tomar café en un Bar de la Plaza de El Pardo. Hoy nos felicitamos porque recuperamos a Aurelio después de un largo período de ausencia. Además, acudimos: Antonio, Ignacio, Joaquín, José María y este cronista ocasional.

Para iniciar la ruta nos desplazamos hasta el aparcamiento situado muy cerca del km. 3 de la carretera M-605. Comenzamos a caminar a eso de las 11 de la mañana. La senda, muy cuidada, discurre en paralelo al Río Manzanares. La vegetación es abundante y frondosa. No mucho después, Aurelio vuelve por sus fueros y nos obsequia con sus conocimientos de botánica; en la zona abunda el Sauce (salix) y en sus hojas está presente el ácido salicílico muy utilizado desde la antigüedad como medicina. De ahí lo de la Aspirina. 


Es media mañana y ha empezado a llover ligeramente lo que nos anima a proteger las mochilas y poco más. Afortunadamente la lluvia es poca y no tardará en desaparecer.


El tema botánico, y un cierto debate, estaría presente en gran parte de recorrido; la ruta se presta a ello. Aprovechamos para hacer una foto del grupo.


A lo largo del camino se pueden apreciar a simple vista, y también a través de abundante información gráfica, numerosas actuaciones de restauración fluvial del Rio Manzanares mediante una serie de actuaciones destinadas a la recuperación del propio río, de la vegetación y del uso público de la zona. Como digo se nota y hace la ruta muy agradable.


Como de costumbre, a eso del mediodía hacemos un alto en un rincón conocido de anteriores andanzas por la zona, muy cerca del Puente de Capuchinos. A esta hora ya no llueve y el descanso es muy gratificante.


A partir de aquí la ruta resulta conocida porque enseguida encontramos a nuestra derecha el Azud de El Pardo, ahora terminado a diferencia de cómo estaba en la anterior ocasión (14 diciembre 2018), en obras y con sus dificultades para pasar por el camino. Entonces veníamos de regreso y en sentido contrario al de hoy. Es una obra muy original que incluye una rampa para peces que tiene una doble función, por un lado, es una barrera infranqueable para los peces y, por otro, a través de un aliviadero facilita la circulación de estos a sus lugares de reproducción. En las fotos visto desde las dos orillas del Río.



Caminando, caminando nos vamos encontrando con diversas especies arbóreas, algunas muy impresionantes como las que se pueden apreciar en las fotografías. Aquí se produce el debate sobre el ¿qué serán? Ninguno somos expertos, pero opinamos, chopos, sauces, fresnos… Entre Wikipedia y los paneles informativos, pronto de despejan las dudas. En realidad, hay de todas las especies, incluso pinos bien hermosos.


Continuamos la ruta hasta llegar a las cercanías de la Presa de El Pardo en donde todavía se aprecia actividad de obras auxiliares. Este es el final del camino de ida y toca dar la vuelta. 


Son más de las 13:30 cuando llegamos a la pasarela peatonal de Mingorrubio que ya conocimos en ocasión anterior. La pasarela nos facilita dos cosas importantes, una, como queda dicho, cerrar el debate botánico y otra mucho más importante, tener acceso al área recreativa donde podemos comer con tranquilidad en una enorme pradera dotada de mesas con bancos de madera donde, como se puede apreciar, nadie nos molesta en muchos metros a la redonda.


En el camino de regreso seguimos disfrutando del paisaje en general, de la flora, del gran número de especies vegetales que abundan en estos lugares, unas autóctonas y otras, producto de la repoblación. Véase el enorme ejemplar bajo el que se encuentra Ignacio a eso de las tres de la tarde.


Una vez que estamos de nuevo alcanzando el pueblo de El Pardo, es la hora propicia y el momento adecuado para tomar un buen café. Luce el sol y en las cercanías del Puente de Capuchinos se nos aparece una espléndida terraza en donde poder descansar un rato y charlar amigablemente con los cafés y algo más. Véanse las fotografías correspondientes. 


Reemprendemos la marcha. Todavía nos queda un buen tramo del camino que hacemos alternando tramos de pista con tramos de camino cerca del Río, incluso nos paramos en alguno de los miradores.


En este tramo podemos disfrutar de dos ejemplares curiosos y muy interesantes. El primero es un árbol con un escondite diurno de los murciélagos que abundan en la zona que “son el terror de los mosquitos y la mosca negra”. El segundo, un ejemplar de Álamo Negro catalogado como El Chopo de Somontes, uno de los mayores de la Comunidad de Madrid.


A eso de las cuatro menos cuarto ya se va divisando el final del camino. Al fondo en viaducto por el que circula el tren de cercanías y algún árbol con sus bonitos tonos de otoño. Poco más allá está el aparcamiento donde hemos dejado los coches. 


Al filo de las cinco de la tarde estamos en el aparcamiento y podemos recordar gran parte del camino recorrido a través de la información incluida en el panel informativo sobre la Senda fluvial del Manzanares por El Pardo instalado en las inmediaciones.


De aquí salimos y aquí terminamos después de caminar 13,9 km y un desnivel acumulado de 20 m., es decir, un paseo. Nos vemos en la próxima.


3 comentarios:

  1. Ya podemos estar tranquilos porque en el grupo mierconistas se ha descubierto un "tapado" literario, un segundo Fenix de los Ingenios y las Letras, mejorando lo presente, claro. Enhorabuena Jose Luis, que detalle y que primor en tu crónica.

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  2. Adicionalmente, felicito a los fotografos, entre los que me incluyo, porque la inclusion de carteles explicativos y mapas, enriquecen mucho la comprensión de la ruta.

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