domingo, 15 de febrero de 2015

11 de febrero de 2015, CORNISA DEL PÁRAMO

Crónica debida a la pluma de José Luis H., con anotaciones oportunas de Antonio, fotografías de ambos y composición fotográfica de Gonzalo, todo ello compuesto y coordinado lo mejor que se ha podido


Buscando alternativas para una excursión lejos de nuestra bien amada Sierra, que en estas fechas se hacía un poco inaccesible para estos experimentados, pero prudentes, mierconistas, me encontré con alguna información que nos ha permitido “descubrir” un paraje sorprendente y hasta ahora inexplorado por el grupo.

Se encuentra situado en las proximidades de Villar del Olmo, magnífico pueblo; digno, en palabras de alguno de nosotros, de alguna película de Berlaga y situado a poco más de 50 km. de Madrid; accesible desde la salida 22 de la A-3, dirección Arganda - Campo Real y continuando por la M-300 ,dirección Campo Real, para, por la M-209, llegar a Villar del Olmo en la Comarca conocida como de las Vegas.

Tras la tradicional concentración de los mierconistas (en esta ocasión solo cinco: Joaquín, Antonio, Gonzalo, Rafa y José Luis H.) en la cafetería del pueblo, nos enfrentamos a la ruta no sin antes recabar el consejo del amable cafetero, que nos orientó por donde dirigir nuestros primeros pasos saliendo del pueblo, por aquello de no empezar con mal paso dada la precariedad de medios disponibles: solo un buen mapa dibujado por el convaleciente Juan Ignacio, una sencilla brújula y el buen olfato, sentido de la orientación y experiencia montañera de algunos.



A las puertas de la Iglesia del pueblo, cambiamos el calzado. Son las 10:15. Tiempo nublado pero no frío. Nos pusimos en marcha a eso de las 10:45 atacando la rampa más dura de la jornada, con  buenas vistas sobre el pueblo y más o menos en dirección norte o, para más detalle, en dirección a las antenas de Radio Nacional de Arganda que se divisan en la lejanía. Llegamos a un paraje denominado El Guindo, de donde afortunadamente ninguno de nosotros parece haberse caído. Aquí se inicia una zona horizontal y cómoda pero con una pequeña “trampa” al tener que atravesar la carretera haciendo un quiebro, en donde es fácil desorientarse salvo que el líder vaya asesorado por un experto como Gonzalo. A partir de ese momento caminamos dejando el barranco y el Arroyo Vega a la derecha y la Urbanización Eurovillas. Antes de llegar a las primeras casas nos detenemos en un mirador en el que se nos ofrece información sobre la zona y magníficas vistas del valle, del pueblo y, al fondo, de la Peña Roldán, cerca de la cual pasaremos al regreso.




Caminamos un buen rato bordeando la urbanización hasta que forzosamente debemos transitar por alguna de sus calles. Sin duda la parte menos “glamurosa” de la ruta. Más tarde, tras El Calvario, Nuevo Baztán. Aquí el único borrón de la jornada: el poco agradable lugar donde aparecen unas piedras en medio de un campo y que alguno del grupo denomina "vertedero", no obstante elegido por el líder como idóneo para el piscolabis. Ciertamente mejorable y se mejorará, lo prometo.



Hacemos una breve visita al centro histórico de Nuevo Baztán en el que se puede ver el Palacio de Goyeneche construido entre 1709 y 1713, e integrado por dos estructuras contiguas: a la izquierda, el recinto palaciego propiamente dicho y, a la derecha, a mayor altura, la Iglesia de San Francisco Javier. Menos mal que hoy no hemos traído el perro.



A partir de aquí un rato de asfalto y enseguida encontramos de nuevo la señalización de la vía pecuaria que nos lleva hacia el Arroyo para después atravesar la carretera por un paso inferior e iniciar el ascenso por un camino hacia Olmeda de las Fuentes, Aquí, la sorpresa del día. Rafa nos informa que este es el pueblo en el que nació Pedro Páez, personaje desconocido para algunos de nosotros pero ciertamente interesante. El encuentro con un amable hortelano de la zona nos confirma la noticia. Pedro Páez, misionero Jesuita, arquitecto, políglota, nació en Olmeda de las Fuentes (por entonces Olmeda de las Cebollas) en 1564 y murió en Etiopía en 1622. Escribió en portugués un libro de 1000 páginas sobre Etiopía y es considerado el primer europeo en llegar a las Fuentes del Nilo Azul en 1618. Hasta hace poco un perfecto desconocido, lo “descubrió” Javier Reverte al documentarse para el tercero de sus libros de la trilogía sobre África. Al parecer, la Compañía de Jesús conserva en sus archivos en Roma documentación que avala su extraordinaria trayectoria.



Bueno, con esto nos llega la hora de comer, qué le vamos a hacer. Lo hacemos a la entrada del pueblo, bajo una fina y anunciada lluvia, en un bonito paraje y en una buena mesa de madera con bancos, como Dios manda, a los pies de un bonito, como no, Centro de Interpretación ¡de la Alcarria madrileña! y orilla el Parque de Maquinaria Agrícola de la Olmeda. 



Comemos razonablemente bien, nos pertrechamos adecuadamente para protegernos de la fina lluvia y nos ponemos en marcha. Al momento ya no llueve y nos sobra todo. ¡Cómo no! A partir de aquí iniciamos la parte de aventura de la ruta, con caminos o sendas poco definidas y carentes de señalización. Primero, camino de un punto donde se supone que debería estar la Cruz Dávila pero que, como ya nos advirtió el amable hortelano, “los de Fomento se encargaron de hacer desaparecer convenientemente” (a interpretar). Nada irreparable. Seguimos hacia el lugar desde donde tenemos que buscar a la izquierda la dirección de vuelta al pueblo. A partir de aquí sí que tiene que intervenir el experto, el olfato y el oficio. El camino desaparece y tiramos campo a través, eso sí, por un amplio llano y con bonito paisaje, lo que en el plano aparece denominado como El Llanillo. Poco después iniciamos el descenso por una pista con fuerte pero cómoda pendiente hasta llegar de nuevo a Villar del Olmo.



Y aquí damos fin a una original jornada mierconista, con 11 kilómetros y medio y más de 300 metros de desnivel en nuestras botas y lo que las sostiene y da vida.



5 comentarios:

  1. No puedo por menos de llamar la atención del lector sobre el impecable estilo de Joaquín practicando el slalom sobre asfalto en la última fotografía. Aurelio, ¡aprende!

    Tampoco quiero dejar de destacar el sentido cívico de José Luis, guía de esta excursión y principal redactor de la crónica, al ofrecerse a reparar con sus propias manos y a sus expensas el vertedero en el que el grupo dio cuenta de su almuerzo. ¡Loable promesa!

    Paco

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  2. Estupenda crónica y sabrosas fotos que me hacen sentir cerquita.

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  3. En esta ocasión el dron ha funcionado perfectamente y no hace ni falta hacer el esfuerzo físico. Es como si hubiera estado allí. Muchas gracias por la descripción y el reportaje fotográfico.

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  4. Sorprendido y muy contento por la bonita crónica que has confeccionado, Paco..
    Siento que te perdieras el chocolate rodrigueño, estaba francamente bueno.

    Antonio

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    1. Agradecido y contento por lo bien que ha salido esto gracias al trabajo en equipo. Ya veremos como me las arreglo con lo del vertedero. Necesitaré ayuda !!!
      JLH

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