lunes, 16 de diciembre de 2013

11 de diciembre de 2013, CABEZA LÍJAR

Una vez más, gracias a José Luis H. por esta crónica. Se está ganando a pulso el puesto de redactor jefe. Las ilustraciones fotográficas son suyas y de Paco A., al que también se agradece su aportación. 


Lugar de encuentro: Asador del Alto del León 10:00h

Mierconistas asistentes: Ignacio, Rodrigo, Braulio, Pedro, Paco A. y el que suscribe.

Mañana despejada pero fría, muy fría, debido al viento reinante. Nos ponemos en marcha temprano tras tomarnos un reconfortante café en el Asador y dejando atrás medio pincho de tortilla ofrecido por Pedro que nadie ha podido tomarse a pesar de su buen aspecto. Una lástima.  Tras superar los primeros metros alcanzamos las instalaciones militares de comunicaciones que hay a la derecha, y enseguida llegamos a la desviación donde estaba previsto iniciar la subida. Pronto nos damos cuenta que no va a ser posible. La ladera está cubierta de hielo y la subida resulta desagradable y peligrosa. Solo Paco A. dispone de cadenas para las botas. Cosa de expertos.  La decisión es rápida, nos ponemos en marcha caminando por la vieja carretera que lleva hacia Peguerinos, en su día asfaltada, y ahora convertida en algo parecido a una pista en muy mal estado. Marchamos a buen ritmo pero con cuidado, sorteando las placas de hielo que hay en bastantes tramos umbríos del camino y que no siempre son claramente visibles. Muy cerca de una cantera abandonada a la derecha del camino, decidimos buscar algún sendero alternativo. La carretera aquí está muy helada y peligrosa. Lo confirman dos colegas senderistas que vienen de regreso que también se han visto obligados a alterar sus planes de macha. Con algún despiste que otro bajamos de nuevo a la carretera y encontramos la boca de la vieja mina de volframio en el Collado del Ciervo o de la Mina. Interesante sitio pero sombrío, no apto para parar quedarse quieto. Enseguida encontramos algo mejor en donde reponer fuerzas al sol mañanero.

Piscolabis el el Colado de la Mina

Reiniciamos la marcha para ascender a Cabeza Lijar. Antes nos abandona Braulio que está ligeramente constipado y prefiere regresar poco a poco para esperarnos cerca del punto de salida. La ascensión resulta fácil y agradable bordeando la cerca de postes de madera y alambre de espino que parece transcurrir por la linde ente Madrid y Segovia. Algo de nieve pero sin peligro. Pronto alcanzamos la cumbre en donde se sitúa el Mirador de las tres provincias.



Viento y frío, no resulta fácil pararse y hacer algunas fotos. Pero merece la pena, las vistas son espectaculares porque la visibilidad es muy buena.



Veo con asombro, o tal vez no hay porqué, que hasta aquí, antes que nosotros, llegaron los bárbaros. La placa que señala el vértice geodésico está parcialmente destruida. “Ni modo” que diría un mexicano.



A pesar de la belleza del sitio, no se puede estar mucho rato aquí, enseguida iniciamos el descenso.



Alcanzamos de nuevo la pista de Peguerinos. A pesar que la situación no ha cambiado, le perdemos el respeto al hielo y vamos desde aquí, ahora de un tirón, hasta las proximidades de la instalación militar donde nos espera Braulio para comer. Como dice Ignacio no ha estado mal. A pesar del hielo y otros elementos en contra, hemos mantenido alto el pabellón mierconista: 12,3 km y 505 m. de desnivel acumulado.


La próxima semana será “otro cantar”.

1 comentario:

  1. El nuevo redactor jefe parece que está dando resultados. Paco, tendrás que aumentarle el sueldo y hacerle fijo para cuando el presidente, o sea tú, hagas mutis por el foro, lo que últimamente ocurre con bastante frecuencia.

    ResponderEliminar