Hervidero no sé bien por qué. Hoy quizá por calor, o por las numerosas criaturas de sangre caliente o hirviente, como dice Ignacio, bañándose en la lagunilla en la que se vierte la cascada. En convocatoria universal, hemos quedado para clausurar el curso 24 - 25. Primero, paseando lo que el calor y las fuerzas nos permitan. Segundo, celebrando un bordemanteles que facilite el encuentro con todos. Ignacio se ha ocupado de lo primero y Antonio de lo segundo. La reunión previa, la del desayuno de las 10, ha tenido lugar en una cafetería - restaurante, donde también comeremos, de la A-1, cerca de San Agustín de Guadalix.

10:53 Marc, Braulio, José María, Gonzalo, José Luis, Paco A. e Ignacio; Antonio por ahí pero fuera de la vista, y el fotógrafo que queda detrás de la cámara, componen un buen equipo, presto a explorar las riberas del río Guadalix. El fotógrafo queda detrás de la cámara porque en la época en que se enseñó a hacer fotos, todavía no se había descubierto eso del selfie y ahora ya le parece un tanto oportunista emplear esa nueva técnica. Sí conoce, sin embargo, el autorretrato, pero lo tiene circunscrito y reservado para las sesiones de estudio y, fundamentalmente, para la pintura. Muy cerca de la marcha, el polígono industrial El Raso, afortunadamente semioculto por la abundante vegetación. Hace calor ya, de manera que se agradece la abundante sombra.
10:58 El camino, bueno y evidente, va por la margen izquierda del río, por la Colada de las Huelgas del Río Guadalix, de bonito nombre. Huelgas sí, pero no japonesas, ni de brazos caídos, ni de celo, ni, por supuesto, revolucionarias o salvajes. Huelga más bien en la acepción de terreno especialmente fértil o, como a este cronista le gusta pensar que es, en la ya desusada acepción de recreación o esparcimiento que se tiene en el campo o en un sitio ameno. Estará en desuso esa acepción de la palabra huelga, pero esa es la que justamente corresponde a lo que este grupo de amigos - y muchos otros jóvenes de vacaciones - van a hacer por estos lares en el día de hoy. Dígase pues, ¡vivan las huelgas del río Guadalix!
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Puro adorno de la crónica, los reflejos en la serena superficie del río. |

11:17 Como Ignacio no ha traído la cámara, este cronista se empeña en emularlo aplicando el efecto seda a este pequeño salto de agua que llaman por aquí la presa Becerra. Dejando de lado que más que seda, eso que ha salido parece algodón de azúcar de feria, y siguiendo con los significados de la toponimia, este cronista se atreve a interpretar lo de becerra no en clave de cría de vaca, sino en la botánica de "boca de dragón" o "becerra", una flor rosada que hoy vemos frecuentemente a nuestro paso y que debe ser abundante en esta zona. Para los curiosos, véase la "Antirrhinum majus".11:53 Estamos donde una escalera de piedra, estrecha, empinada, torcida, lleva hasta la lagunilla del Hervidero, con su cascada doble y, hoy, con su bandada de bañistas. De los del grupo, hay algunos que prefieren no bajar, que dicen que ya se lo saben y que no quieren arriesgar un trompicón en el paso poco simpático de la escalera. Los que bajan, ahí los tienen en la foto, se asoman a ver qué ven.
Se ve, por ejemplo, la silueta de un perro atento a la actividad de los que se bañan. Al cronista le ha salido desenfocado el can, pero aprovecha para mostrar las ondulaciones del agua que reflejan el color de las grandes rocas, caliente como el día.
Se ve el doble salto de agua y alguno de los chavales que toman el sol, hacen equilibrios sobre las peñas y se refrescan.
Se ve a Antonio, espíritu joven donde los haya, que aprovecha el tiempo para refrescarse él también.
12:43 Hemos vuelto al camino, pasado el baño, el piscolabis y el breve descanso a la sombra. En este tramo del río Guadalix hay muchas y buenas infraestructuras, como este viaducto, que hablan de la importancia del río que tuvo para el suministro de agua a la capital. Un poco más adelante, el grupo se divide en dos. Unos hemos preferido acortar el trazado original buscando más sombra cerca del río mientras que otros eligen el recorrido previsto, ligeramente más largo pero todo él por pista. Para gustos hay colores o calores y en el día de hoy tanto da. Al final resultó que el trazado de la pista estaba cortado por una valla, así que todos hicimos más o menos el mismo itinerario.

13:04 Esta de la foto es una obra más modesta que la anterior. Puente o pasarela, que no viaducto, pero de bonito diseño y conveniente para volver a la margen izquierda del río y aproximarnos a las Huelgas ya mencionadas.

Un nuevo adorno a la faena. No añade apenas nada a la suerte suprema de informar acerca de los aconteceres del día, objetivo de esta página de la bitácora, pero es que esos reflejos conquistaron la mirada del cronista, muy necesitado de sombra y frescor.
13:22 Punto de reunión del final del paseo, haciendo tiempo para la hora de la comida, en el área recreativa Laguna de los Patos, ausentes hoy ambos, laguna y patos, de nuestra mirada curiosa.
13:30 Mientras tanto, Paco A. ha encontrado un agradable rincón provisto de buen asiento y reclama los oficios, no sé si buenos, del fotógrafo para que de cuenta y razón de la existencia de un banco con vistas a la corriente prácticamente en el cauce del río. Es decir, que cuando haya suficiente agua, el banco estará en mojado si no se traslada antes.
Hacia las 2. En el restaurante, bien servido y con buena temperatura, la reunión ha sido, sin embargo, cálida. Hago recuento de asistentes: Antonio, Braulio, Ignacio, Gonzalo, Joaquín, José Luis H., José Luis de A., José María, Marc, Paco A., Rafa, Rodrigo y este cronista. Aurelio, Pedro y Salva también han estado, aunque no en persona.
15:35 José Luis de A. ha celebrado su cumpleaños hace nada. Como es un chaval, Antonio recurre al abstracto en esa estupenda pintura de su mano para trasladarle el afecto de todos y el deseo de que cumpla muchos más.
Y también Aurelio, con su bonita interpretación en acuarela de una cascada de las de nuestro paseos. Gracias a Antonio y a Aurelio por hacernos partícipes de su particular homenaje.
Y con el mapa, el resumen del paseo de hoy, de magnitudes más que discretas, más bien disculpa de la celebración y colofón del curso. Para cifras y datos, los del curso completo, que Ignacio ha entregado como suele hacer: 34 paseos de miércoles, 338 km. de distancia y 8.332 m. de desnivel positivo. Y lo que las cifras no dicen ni las crónicas recogen, que es mucho. Mucho y muy bueno.
Estupendo cierre de curso con esta narración fresca por fuera y ardiente por dentro. Me refiero a la calorina y las refrescantes imágenes que nos ofreces. Pero también podría referirme a la exibición de cuerpazo de Antonio. ¿Para cuando la foto que le has hecho sin la roca delante?
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