lunes, 11 de octubre de 2021

6 de octubre de 2021, MARIPOSA ISABELINA DESDE PEGUERINOS

Antonio califica esta crónica de su mano como cohombro (hortaliza semejante al pepino, cuyo fruto es largo y torcido). Modesto Antonio, te corrijo. Ni hortaliza, ni larga ni torcida: más bien sencilla y limpia narración de este día que el cronista acostumbrado se perdió. Gracias por las letras y por las fotos que ilustran y que caerán donde buenamente encuentren su sitio.

Los textos en cursiva son del editor

Salimos este miércoles en busca de la mariposa "graellsia isabellae", o así parecía deducirse de la convocatoria de Ignacio. En realidad, lo que nosotros pretendíamos más exactamente era hacer una excursión de miércoles, que comenzaba en Peguerinos, seguía por la Casa de la Cueva donde se dejaba un par de coches, y desde allí y aprovechando la oportunidad mientras caminábamos, quizá toparnos con la dichosa mariposa a la que pocos han tenido el placer de encontrar en persona después del maestro Graells, pero que se puede admirar labrada en piedra monumental.

El punto de cita, a las 10:15 de la mañana, un bar llamado el Risco del Aguila, situado en la entrada de Peguerinos. Allí nos reunimos los componentes del grupo de hoy, 7 mierconistas, a saber: Gonzalo, José Luis, Rafa, Braulio, Juan Ignacio, Aurelio, y yo mismo. Todavía es necesario antes de ponerse las botas recorrer alrededor de cinco kilómetros por carretera hasta el albergue Casa de la Cueva, de manera que nos agrupamos en dos coches y allá que nos vamos.

Donde el albergue Casa de la Cueva

Desde la Casa de la Cueva hasta nuestro primer destino, el refugio de la Naranjera, apenas hay dos kilómetros, que se hacen sin sentir en esta mañana soleada y algo menos que fresca. 

En el refugio de La Naranjera

Qué mejor sitio que un refugio para nuestro piscolabis y qué mejor sitio para darse un garbeo por los alrededores y buscar setas de temporada y, todo pudiera ser, encontrarnos con la mariposa Isabela. Eso hacemos Braulio y el que suscribe mientras los demás se acercan a un punto cercano, un mirador, desde donde se obtiene una magnífica vista del Valle de los Caídos, Cruz incluida cómo no. 


Vistas de malas setas y de buenas vistas y colección de ambas solamente en fotografías, que hay cosas que están bien y que conviene dejarlas donde están. Tiempo ya de emprender de nuevo la marcha hacia el embalse de La Aceña. Ese largo y cómodo trayecto es pródigo en monumentos de piedra. Unos, de piedra natural y sin desbastar, que Ignacio fotografía con esa forma de mirar en grises que tan bien casa con la piedra; otros, de piedra labrada o tallada, homenaje a la mariposa y a su descubridor, un "colón" con "Isabela" como el otro aunque sin carabelas.


Ahítos de piedras, llegó el momento de decidir si queríamos llegar hasta el embalse y luego volver a subir o si nos marchábamos a donde estaban los coches. Ganaron los malos y tuvimos que bajar hasta el embalse de La Aceña. Lo recorrimos como 300 m. (fácil se le debió hacer a nuestro cronista de hoy, porque ese recorrido veo que fue de cerca de 2 km.) bordeando y después nos metimos una subida para llegar a la Casa de la Cueva. Esta última subida fue muy cansada. 


Este editor aprovecha para poner algo de color en el escueto comentario de Antonio. Algo tuvo que tener la subida cuando Ignacio tituló esta excursión "la ruta del ibuprofeno", con las siguientes aclaraciones:

Ibuprofeno, indicaciones:
  • Artritis idiopática juvenil (ESTO SEGURO QUE NO)
  • Artritis reumatoide (ESTO VAYA USTED A SABER)
  • Espondilitis anquilopoyética (ESTO NO LO ENTIENDEN NI ELLOS)
  • Artrosis (ESTO PUEDE SER) 
  • Otros procesos reumáticos agudos o crónicos (ESTO SEGURO QUE NO)
  • Cualquier alteración musculoesquelética y traumática derivada de un exceso de kilómetros recorridos y una subida final que sienta fatal (ESTO, ESTO, SEGURO QUE ES ESTO) 

Y fíjese el lector en el tono nuevamente escueto, casi cortante, con que Antonio remata su crónica

Al final montamos en los dos coches que allí habíamos estacionado y nos volvimos a Peguerinos. Como ya se nos había hecho un poco tarde algunos decidimos volver directamente a casa sin pararnos a tomar café. 

Y digo yo, que me la perdí, que esta excursión, a pesar de ciertos matices, fue un éxito: los paseantes sobrevivieron, las caras de Ignacio y Aurelio en la foto de más arriba muestran clara satisfacción, las setas y la mariposa graellsia permanecen incólumes y Antonio ha mantenido enhiesto y puntual el pabellón de este cuaderno.

13,3 km. y 349 m.

P.S. Hay que mencionar que en la plaza del pueblo, justo enfrente del bar del Risco de la Roca, la Guardia Civil había colocado una pancarta en la que decía que todo el término de Peguerinos era acotado de setas; penalización para los que cogieran setas sin tener licencia.

3 comentarios:

  1. Oye, pues a pesar de todo, ha quedado muy apañadita ( gracias a los retoques del maestro ). Me recuerda que cuando yo iba a aprender a pintar al estudio de mi querido maestro Paco Noblejas, un par de pinceladas de su ciencia en mi trabajoso lienzo, trasformaban un intento en un cuadro. Gracias, Paco.

    ResponderEliminar
  2. Enhorabuena a ambos y al organizador, por la marcha y la crónica.
    Aclaro que yo, aunque me hubiera gustado, no pude formar parte del grupo este día.

    ResponderEliminar
  3. Como veo que más de uno y más de dos se perdieron la excursión, propongo repetirla y repartir en el bar el ibuprofeno antes de empezar. Antes la excursión reto era la subida a Peñalara. Con esto del covid parece que la excursión reto es esta de la mariposa. ¡Cómo cambian los tiempos!.

    ResponderEliminar