sábado, 7 de marzo de 2015

4 de marzo de 2015, GR-10 ROBLEDO AL PANTANO

Crónica venida de la pluma de José Luis H. (quien se cuida de señalar que hoy es la festividad de San Basilio) y de la cámara de fotos de Antonio.


Convocados por Juan Ignacio, bien restablecido y en plena forma como más tarde se demostrará, acudimos al punto de cita en el Puerto de la Cruz Verde a las 10:15 h. para el preceptivo café matutino en el Horno/Asador Guillermo.

Lo que en principio parecía un “casi pleno” se quedó finalmente en un buen grupo de siete, próximo a la media de las últimas semanas, compuesto por: Antonio, Joaquín, Braulio, J. Ignacio, Rafa, Pedro y el que suscribe. Indisposiciones de última hora nos privaron de la presencia de Gonzalo, Paco M.C., y Salvador. Se les echó de menos.

Pronto llegamos al aparcamiento y punto de inicio. Día soleado, con un poco de viento en rachas, y temperatura ideal para caminar.



Iniciamos la ruta, sin querer, en el sentido contrario al inicialmente previsto ya que, lo que se suponía una fuerte subida inicial según aparecía en el perfil, fue en realidad una subida larga pero suave y apacible, lo que contó con el beneplácito del personal. Acabaríamos con una buena bajada.

El primer tramo transcurre ya por el GR-10 entre el Cerro Fuente, que dejamos a la derecha, y Cerrón de la Rozuela a la izquierda. El camino magnífico. Pronto nos damos cuenta de la belleza del paisaje y lo cuidado del entorno.



De pronto un gran espectáculo propio de la época que algunos admiran y otros no tanto, una procesión. Luego veremos muchas más a lo largo de la jornada. Esta cruza transversalmente el GR en perfecta formación con algún pequeño trozo deteriorado por el reciente paso de vehículos. Se trata de La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) que es una especie de lepidóptero, que abunda en los bosques de pinos de Europa del Sur y central, donde es una plaga muy extendida. Además de los pinos, habita también en cedros y abetos.

Las orugas (fase de larva) están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos –como por ejemplo nosotros-, así como intensas reacciones alérgicas. Todo un espectáculo, aunque un poco espeluznante.

Seguimos avanzando hasta dejar atrás La Cordera y poco después llegamos a la Casa forestal o “Casa del Ingeniero” situada en un bonito paraje donde ya estuvimos en 2014. Aquí hacemos una parada para hacer una foto de familia en la misma escalinata donde también nos fotografiamos durante la comida el pasado 26 de marzo de 2014 en el transcurso de la Ruta de los Infantes. En la foto estamos todos excepto Braulio que se declara en rebeldía.





Continuamos. Poco más allá hacemos la preceptiva breve parada del piscolabis. Plátano y el consabido intercambio de “snacks” que siempre forman parte importante en la dieta de un buen mierconista.





Ahora la cota es más alta y la vegetación distinta pero no menos atractiva. Tenemos Cabeza de la Huerta al frente con sus 1126 m. que aparenta cortarnos el camino, pero no. El GR da un rodeo dejando el pico a su derecha y continuamos la marcha no sin que alguno se quede con ganas de subir. Más adelante veremos que por la parte trasera el ascenso es más atractivo y con buena pista. En otra ocasión.



Entre el paisaje no puede faltar la vista de una típica vaca serrana en apacible reposo.



Poco antes de coronar Las Cuatro Tablas el viento está en calma y decidimos que es una buena hora y lugar para la comida. Llevamos una buena marcha y la cosa se toma con cierta calma, tanto que algunos tiene tiempo de echarse una siestecita de cinco minutos. No sé yo si esto es bueno.



Juan Ignacio al habla posiblemente con uno de los satélites que nos guían por esos caminos.



Rodrigo, el caso es que en este punto algunos me piden que te traslade una queja. ¡Ya son dos semanas sin chocolate! Lo de esta semana está justificado pero hace dos, en la Cabrera, la cosa no está clara… (Nota al pie)

Reanudada la marcha pronto llegamos a Las Cuatro Tablas, la cota más alta de la jornada (1082 m.) desde donde se divisa un bonito panorama. Es un enclave magnífico en el que nos encontramos lo que parece haber sido un antiguo club de tiro ahora abandonado y destrozado con apariencia de campamento yihadista o similar. Por el aspecto parece que ha tenido actividad hasta hace no mucho tiempo. Se discute si se trata de tiro al plato o de pichón, pero los distintos especialistas no se ponen de acuerdo. La cosa se queda ahí.



La bajada se desarrolla alegre y a buen ritmo. La conversación, animada. Tanto que delante vamos Ignacio, Pedro y el que suscribe, los tres marcando el ritmo y, los dos primeros, charlando sobre la belleza o no de los Andes en general, y de ciertas partes conocidas por ellos en particular. De pronto ¡sorpresa!, a la vista la carretera M-512 donde tenemos los coches. ¡Nos hemos desviado! Marcha atrás y corrección como se puede ver en el perfil aportado por nuestro líder.

Fin de una buena jornada mierconista en la que hemos recorrido un total de 14,3 km. con un desnivel acumulado de 464 m. en 5.15 h. con paradas.

Nota al pie. A la hora de la publicación de esta crónica el problema ha sido subsanado convenientemente, aunque Joaquín se lo haya perdido por estar entre vacas asturianas.

3 comentarios:

  1. ¿Como que estamos todos en la foto de familia? Si fuera mujer diría que es el típico trato machista por el que las hacemos invisibles, pero siendo masculino el sexo que las leyes de Mendel me otorgaron en el nacimiento no sé como interpretar ese desprecio a mi ausencia. Esto como el chocolate, ¡que no se repita!

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    1. Sorry por el descuido al enviar la foto. A cambio dispones de dos magníficas individuales, sobre todo la última que estás " a tiro de plato"

      Antonio

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  2. Ignacio: ¡Qué estarías haciendo para no salir en la foto,
    Braulio en rebeldía. ¡Qué raro!

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