Una sola Charca Verde, la de comer, la de reunir a los que han dejado de andar al menos hasta el momento. Porque a la otra, la Charca Verde del Manzanares, la de agua entre peñas resbaladizas, no llegamos por poco. Había que elegir entre una y otra y optamos por la de reunirse, por la de ver caras que se nos habían ocultado desde hacía tiempo.
Hubo otra reunión, la de la mañana antes de empezar a andar. Esa fue en El Tranco, a las 10:15, en un día mejor que bueno, de veranillo de San Miguel. Antonio, Aurelio, Gonzalo, Ignacio, Joaquín, José María, José Luis H., Lalo, Marc y un servidor, dispuestos a coger la muy trillada senda que bordea el Manzanares, un cachito de la GR-10 que une Puzol y Lisboa. Créanme, pero no he conseguido averiguar si nuestro recorrido de hoy nos llevaba en dirección a Valencia o a Portugal lo que, a nuestros efectos, importaba poco o casi nada.
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10:30 Esa acera peatonal ha evitado muchos resbalones. |
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El día estaba seco y también la piedra, aunque pulida por el agua y quizá por generaciones de mierconistas de antes que se construyera la acera. |
El tramo de la senda que va desde El Tranco a Los Barracones, donde esa pradera amplia al otro lado del río, que enlaza con Canto Cochino, es variado, con esa pizca de aventura entrecomillada que mejora el sabor de nuestros paseos: tierra o rocas lisas, piedras sueltas, pequeñas subidas y bajadas, vueltas y revueltas. Tanto aderezo a la hora del desayuno requiere algo de práctica, así que Lalo, que recalaba hoy en el grupo por primera vez, decidió aguardar la hora del almuerzo caminando por un terreno de menos condimento, y Antonio le hizo compañía.
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10:36 a 10:50 En ese divertido tramo del sendero |
Ahora que el terreno se aplana, el río y el sendero paralelo están perfectamente orientados en dirección norte - sur, o al contrario según se mire. El Manzanares corre hacia el sur y nosotros nos movemos -sin correr- hacia el norte, hacia el fondo de la Pedriza, antes de cruzar el Manzanares.
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11:00 Fuera del tramo angosto, con las Torres de Pedriza, al fondo |
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11:06 El lomo inclinado de Peña Sirio, cuna de escaladores |
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11:15 Sobre el puente que cruza el Manzanares, el grupo algo mermado |
En las inmediaciones de Canto Cochino aumenta el número de senderistas y paseantes alrededor nuestro. Un grupo numeroso de chavales casi nos engulle, así que nos apartamos prudentemente para dar tiempo a que se alejen mientras adelantamos algo la hora del piscolabis.
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11:20 Al lado de Los Barracones, una breve consulta al mapa |
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11:33 La multicolor expedición escolar |
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11:40 Hora del piscolabis sobre buen asiento |
En el trayecto hacia la Charca Verde vuelve a aparecer la expedición escolar, ahora ellos con sus bocadillos y no tan exigentes como nosotros a la hora de elegir el asiento. Hay ya algunas setas y las quitameriendas habituales en esta época del año. El grupo nuestro se ha dividido y tardamos unos minutos en volvernos a reunir, con dificultades por la falta de cobertura de los móviles y de señal de internet. Se mira el reloj y descartamos la meta de hoy para poder llegar puntualmente a la comida.
Muy placentero el camino de vuelta, rodeando Canto Cochino por el oeste, alternando sendero y pista, y cruzando tres veces el río, siempre por puentes, antes de volver al tramo entretenido.
Pues la verdad es que en esta excursión hay poco más que decir, después de la estupenda prosa del cronista oficial. Digamos que ha sido un disfrute ilustrado en un paraje digno de aparecer en las guías oficiales de parques nacionales de Estados Unidos.
ResponderEliminarBonita ruta que merece otra oportunidad con más tiempo con más tiempo que nos permita alcanzar el objetivo. Magnífica crónica.
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