Crónica enviada por Rafa con esta prudente introducción: "Querido Paco: Te envío el relato de esta marcha con la pretensión de incorporarme así a la nómina, es un decir, de ilustres colaboradores del blog." Sea muy bienvenido.
El paseo se inició con un café que pasó rápidamente a chocolate con churros generalizado a medida que los renuentes fueron pronunciando la conocida frase "bueno, yo uno sólo". Antonio comienza su precelebración de cumpleaños invitándonos a todos. La salida, puntual, tuvo varios momentos de tanteo y exploración debido al imprevisto cierre de una valla. Si volviésemos a hacer la mili, ni artillería ni nada, seríamos todos asignados a una compañía de reconocimiento.
![]() |
La Bola del Mundo y la Maliciosa desde el cerro del Telégrafo |
Llegamos enseguida a un pequeño promontorio rematado por una imagen de la Virgen donde nos fotografiamos y abordamos a continuación la subida más larga del día para alcanzar el séptimo pico.
![]() |
En la Virgen de las Nieves |
![]() |
Ignacio en la cumbre del Somontano |
También llamado Pico Somontano es, con 2138 metros, el más alto de los que recorreremos hoy. Parece ser que la Sierra de Guadarrama fue conocida en la Edad Media como la Sierra del Dragón por estos siete picos que recuerdan el dorso dentado de estos seres mitológicos.
Piscolabis. Sin calentamiento previo Rodrigo lanza un tema polémico y todos acudimos en tromba a debatirlo hasta que algún elemento sensato reanuda el camino consiguiendo que lo intrincado de la andadura vaya apagando los ecos de la discusión.
Se suceden a continuación los picos 6 y 5. Paco inicia su particular caza fotográfica de árboles extraños y captura con su cámara formas inverosímiles de ejemplares situados todos en la ladera sur de la serrezuela, que presenta una caída mucho más brusca que la ladera norte por la que transcurrirá la mayor parte de la marcha.
![]() |
Piscolabis |
![]() |
A la vera de un viejo pino |
Picos 4 y 3. El paisaje está poblado de grandes rocas de curiosas formas y apoyos similares a las de la Pedriza y nos acordamos de los alicantinos y de la posibilidad de traerles por aquí la próxima ocasión (con la venia de Braulio), como alternativa más amable a la del collado de la Ventana.
Descenso sumamente agradable hacia el collado Ventoso (al menos nadie menciona rodillas, cuádriceps, etc.). Notareis que nos hemos saltado el 2 y el 1. Llegados al collado Paco se tiende cuan largo es, con la aparente intención de no moverse ni con la ayuda de una grúa.
![]() |
El abrazo del pino a la roca |
Iniciamos el regreso por el Camino Schmid. El hambre aprieta y al supuesto "lider" de la marcha le resulta difícil hacer llegar al grupo hasta la Pradera de la Navilla donde finalmente nos asentamos tras el habitual debate sobre el mejor corro de piedras para acoger el ágape. Rodrigo que, como puede verse, ha vuelto de Panamá fuerte en todos los sentidos, nos ofrece chocolate de tiramisú y whisky de Armenia. Reanudamos la vuelta por el Camino Schmid y tras unos kilómetros llaneando damos fin a la marcha que Juan Ignacio registra en su cuaderno de bitácora con estos guarismos: 10,3 km. y 510 m. de desnivel.
![]() |
Rodrigo |
![]() |
José Luis |
Ya en la venta Arias, agradablemente sentados, Paco quiere vectorizar algo al tiempo que declara su preferencia por las conversaciones abstractas. Antonio, a quien la del chocolate con churros le ha sabido a poco, se empeña en completar su ronda de invitaciones. ¡Felicidades! Nuevos temas candentes se apoderan del grupo que finalmente busca el refugio de los coches con la nostalgia de pensar que ya sólo queda "la del 19" antes del largo paréntesis del verano.
![]() |
Rocas y nubes al estilo de los 50 |